Una vez finalizadas las fiestas del Bustar, de Carbonero el Mayor, esta jornada «como cantan los del Mester» fuimos a ver toritos a Valladolid, al Arrabal de Portillo, donde la emoción está casi siempre asegurada a la hora de la entrada del encierro. Y así pasó, que solamente entraron dos de los novillos del encierro en las calles del Arrabal y los otros dos se quedaron emplazados en la zona de la entrada antes de emprender la huida en dirección al campo.
Estos dos novillos colorados, una vez que bajaron a la carretera, dieron un juego escaso a los muchos y buenos recortadores de los pueblos de la zona sur de Valladolid, antes de emprender la escapada al campo. Y de esta manera se daba por finalizado el primero de los encierros del Arrabal, donde a buen seguro mañana se volverá a repetir la historia que atrae a numeroso público, esa incertidumbre de la llegada de los toros, y ver si entran o no en las calles de la localidad.
Comentarios recientes