La Virgen del Bustar en un momento de la procesión.
La localidad de Carbonero el Mayor vivió en la jornada de ayer el día grande de la fiesta de El Bustar, con la celebración de la tradicional romería en el paraje de la ermita de su patrona, en el que se dieron cita la práctica totalidad de los vecinos de Carbonero. Mas de dos mil personas asistieron in situ a la salida de la Virgen de la ermita para seguir la tradicional procesión por la pradera que rodea la ermita de El Bustar.
Gran cantidad de danzantes acompañaron a la imagen durante todo el recorrido.
Y como es tradicional, la salida y procesión estuvo acompañada de los sones de la dulzaina y el tamboril, a cargo de la Escuela de Dulzainas de la localidad, y de una gran cantidad de danzantes, que cada pocos metros hacían detener el paso de la imagen, una y otra vez, para bailar una y otra pieza en honor a la Virgen. De tal forma que la procesión se prolongó por espacio de mas de tres horas, hasta casi entrada la noche, cuando la imagen completó su recorrido y volver a la ermita.
Una interminable hilera de danzantes abre el paso de la procesión.
Y cuando la imagen vuelve sobre sus pasos y se aproxima de nuevo a la ermita, los jóvenes de la localidad honran a su patrona con los tradicionales castillos o torres, en honor a su patrona, la Virgen de El Bustar, en todo el entorno de la ermita. Para entonces han pasado mas de tres largas horas y las torres se suceden una tras otras antes de que la imagen haga su entrada en el templo. Tradición y devoción se dan la mano en esta tradicional romería, que después se vive, en la otra cara de la fiesta, hasta altas horas de la madrugada.
Las torres humanas son algo característico de la procesión de El Bustar.
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