web analytics

Desde el Mar de Pinares: Don Felipe echenos una mano !

Uno de los leones del Congreso.

Uno de los leones del Congreso.

Antes de las elecciones de hace un año un experimentado político, al que ahora está prohibido citar, comentaba que tendríamos unos resultados electorales “a la italiana”, pero que no disponíamos de políticos italianos para resolver el problema que se avecinaba. Pasados nueve meses desde las primeras elecciones no se adivina el parto de un gobierno que pueda trenzar los hilos de la nueva realidad del Parlamento.

Cada vez es más evidente para todos esta situación de bloqueo. Nuestros políticos solo saben gobernar con mayoría absoluta. Cada declaración de alguno de los cuatro líderes supone un paso más para alejarnos de una salida posible. Tampoco veo yo ninguna solución en unas nuevas elecciones, que podrían dejar un panorama semejante. Después tendrían que negociar irremediablemente y la pregunta sería: ¿por qué no lo resolvisteis hace un año? La confianza en nuestros representantes está llegando a mínimos insostenibles para una democracia.

Desde la calle todos entendemos que el problema son los cuatro líderes de los partidos, unos más que otros, según las tendencias. El PSOE está en el eje de cualquier posibilidad de gobierno, pero continúa siendo el camarote de los Hermanos Marx y huye de asumir cualquier tipo de responsabilidad.

Ante un problema cualquiera, para obtener soluciones diferentes, hay que hacer cosas diferentes. Quiero decir que, agotada la confianza en estos líderes, hay que buscar fuera del Parlamento una posible solución. Está en manos del Rey la posibilidad constitucional de elegir una persona de consenso que intente trenzar un gobierno y un programa concreto para salir de este bloqueo. Se busca una mujer o un hombre gris, sin afán de liderazgo ni relumbrón, sin excesivas implicaciones partidistas y, sobre todo, con capacidad de diálogo para tejer un tapiz con colores tan variados, aunque no haga falta incluirlos todos.

“Solo” tiene que ofrecer un programa que recoja propuestas de varias fuentes y que puedan aprobar al menos 176 diputados. ¿Es tan difícil un programa así? Todos sabríamos redactarlo, resumiendo lo que hemos oído estos meses. Para empezar, hay en el Parlamento una oposición general a que siga gobernando el PP, como lo ha hecho estos cinco años. No es mal comienzo. Hay que sumar el rechazo general a la Ley Wert y a la Ley mordaza, que traería una vuelta a la situación anterior, en espera de más amplios consensos. Igual situación con una nueva propuesta de ley sobre relaciones laborales. Medidas reales contra la corrupción. Limitación de los mandatos políticos. Reducción del número de aforados a los dedos de una mano. Nueva Ley Electoral que están reclamando los partidos pequeños y los recién llegados. Reforma o desaparición del Senado, donde coinciden todos menos el PP, que se aprovecha de su injusta representatividad. Reforma Fiscal, incidiendo sobre las infinitas exenciones a las grandes empresas y en los escaqueos de las multinacionales tecnológicas. Incremento de la inversión en Educación y Sanidad. Medidas sociales de apoyo a los perdedores de la crisis. Y bastantes cosas más que puede añadir una persona gris, sin grandes ideales para cambiar el mundo, pero con una clara determinación de solucionar los problemas reales de los españoles.

El programa debe incluir objetivos sociales.

El programa debe incluir objetivos sociales.

Puede ser un programa para un tiempo concreto, dos años por ejemplo, que permita salir de este atasco y luego buscar nuevas soluciones. Conviene no tocar los temas que suponen un serio enfrentamiento como el problema vasco o catalán, una gran reforma educativa, Concordato con la Iglesia…Es el momento de atacar problemas concretos de una manera práctica y sin plantear profundos enfrentamientos ideológicos, que siempre han terminado por arruinar nuestro futuro. Es el momento de un hombre gris. Hay muchos en España con esa capacidad, en la Universidad, en la segunda fila de la política o ya fuera de ella, en los movimientos sociales…

Donde hemos visto que no los hay es en nuestro Parlamento. Todos repiten consignas a coro y hablan con su catecismo particular debajo del brazo. Ahí no hay soluciones posibles. Es hora de decir al Rey Felipe que nos eche una mano para arreglar este desaguisado que han preparado nuestros políticos. Que hable con otra gente, que salga del círculo, porque hay bastantes españoles con capacidad de diálogo y de sumar voluntades. Estaríamos por encima de los egos y de los personalismos. Por supuesto, en un gobierno posible, no harían falta ninguno de los cuatro prohombres que nos han llevado a esta situación.

La otra solución sería votar el domingo 25 D, luego el lunes 26 y el martes y el miércoles…hasta que hubiera mayoría absoluta del PP. Entonces, por fin el PSOE podría ser oposición que parece ser el deseo de todos.

Desde el Mar de Pinares: Jesús Eloy García Polo

Autor: Opinion

Muévelo

Comenta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.