El Cega a su paso por La Pesquera.
En el proceso de planificación hidrológica de la cuenca del Duero para el período 2021-2027, Izquierda Unida considera acertadas las dudas expresadas por la CHD sobre el embalse del río Cega, en el documento intermedio en el que se apunta que “incrementar la oferta del recurso con la construcción de nuevos embalses no siempre es viable en términos ambientales, hidrológicos y económicos».
Según la valoración de los datos de ese documento provisional, el río Cega estaría en una situación hidrológica crítica, ya que se prevé una reducción de la aportación natural de agua en el conjunto de la cuenca del 11% en los próximos cinco años.
Desde IU entienden que en el caso del Cega se debe contemplar la reducción del 20% que ya acumula en los años pasados, por lo que muchos de los datos de caudales que se manejan habitualmente para el río Cega deben contemplar esta espectacular reducción de aportaciones de agua.
En esa evaluación ambiental también se señala que “algunas actuaciones, catalogadas como medidas dirigidas al logro de los objetivos medioambientales, no siempre se ha ejecutado bajo ese criterio ambiental y han podido conllevar incrementos de extracciones de los ríos y acuíferos agravando las garantías de suministro”.
Por tanto, IU valora positivamente que se haya puesto de manifiesto la necesidad de proteger el caudal ecológico del Cega, el suministro de agua de boca en la comarca de Cuéllar y que “los nuevos regadíos en zonas de tradición de secano no siempre alcanzan las expectativas planteadas”.
En este sentido señalan que «el regadío no es siempre un factor socioeconómico generador de dinámicas positivas en el ámbito rural, fijando población, activando la economía y facilitando la implantación de complejos agroindustriales que dan estabilidad a las zonas rurales», como se predica desde algunos púlpitos, puesto que la problemática de la despoblación y la activación del mundo rural son aspectos mucho más complejos.
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