Nat Simons abrió esta segunda edición del Huercasa Country Festival.
Casi 2.000 personas se daban cita en la primera de las dos jornadas del Huercasa Country Festival, que comenzaba en la jornada de ayer en Riaza, con los acordes de la guitarra de Nat Simons y su sugerente y melancólica voz. Esta chica con botas salió al escenario, en una de esas tarde doradas que nos dejan como imagen las montañas del Guadarrama, aunque situados en contexto, la madrileña parecía estar tocando su guitarra teniendo como fondo las montañas rocosas, las Rocky mountains.
Nat Simons, acompañada por una impecable banda, fue desgranando sus temas ante un público, que fue entrando en ambiente, con las letras y composiciones de esta mujer, que tienen su influencia en la música americana, pero con ese sello tan personal que imprime con los matices de su voz. Como si se tratara de un wicked game, la canción que Simons interpretó de manera magnífica y que figura en su nuevo album.
Rhett Miller al frente de su banda en Riaza.
Una vez creado el climax, ya entrada la noche, subieron al escenario los Old 97s. Los tejanos subieron los decibelios del show a golpes de guitarra, con un sonido que va mucho mas allá de las fronteras del country, y de cualquiera de las versiones del rock mas avanzado que estamos habituados a escuchar por estas tierras. Y su música hizo que mas de uno dejara de un lado su apetitosa hamburguesa, para dejarse llevar por el frenesí de los riffs de la guitarra de Rhett Miller.
Los de Tejas, fueron el lado salvaje de la noche, porque inmediatamente después salió al escenario, Laura Cantrell, que bajó el volumen del show, para regalarnos su dulce voz. La de Nashville nos llevó mas allá de las fronteras de su ciudad, para acompañada por su guitarra llevarnos por la senda del folk, con la increible magia de su voz. Y de veras que fue un auténtico regalo escuchar canciones cono «When the roses bloom again», » Letter she sent», una canción que ella ama profundamente o esa otra que dedicó a su madre, » All the girls are complicated», Para acabar con ese homenaje a Kitty Wells, que realiza en su último album.
La magia de la Cantrell en el festival de Riaza.
El show fue tan bueno que se hizo realmente corto y no estábamos el el medio oeste. La Cantrell cantó ante un público que era preferentemente urbanita, muy alejado de la estética de cualquiera de los públicos de los estados del sur de su país y mas próximo al village. Esto sucedió en Riaza, pero como muy bien señalaba Manolo Fernandez en la presentación del Huercasa Festival, esta localidad se convierte, al menos un fin de semana al año, en «el estado independiente de Riaza». A la bandera de la villa hay que añadirle una estrella. Y ojo que esta segunda jornada llega una dama que brilla con luz propia, Emmylou Harris, acompañada de Rodney Crowell.
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