Desde cuellar7.com hemos sido testigos este fin de semana de la vuelta del ganadero y empresario taurino, Ricardo Muñoz, a un territorio que le es muy natural, llevar la dirección de los encierros por el campo. «El Roscas», como popularmente se le conoce, ha vuelto a coger las riendas y a montar a caballo para llevar la dirección de los encierros de Navas de Oro, y lo la hecho justo cuando se cumple un año de la pérdida de su hijo Carlos Muñoz, un trance tremendamente doloroso que le ha mantenido refugiado en su ganadería en la Mata de Quintanar.
El de Carbonero ha estrenado un caballo alazán, y ha llevado el encierro de Navas de Oro fiel a su estilo. Con una conducción pausada y tranquila por el campo. Despacito, como en el toreo, y llevando las riendas del encierro con mano firme, apoyado en estas lides por su fiel escudero Jorge Gómez. De tal manera, que viéndole a caballo parece que fue ayer, cuando la presencia de Muñoz en las labores camperas era una garantía del buen hacer. Y sobre esta cuestión caben muy pocas dudas porque el de Carbonero dejó su sello personal en los encierros de Cuéllar, y también fuera de nuestra provincia, encerrando como no se había hecho antes en Ciudad Rodrigo.
Y por ello ver a Ricardo Muñoz de nuevo a caballo es una alegría y supone una buena noticia para todos aquellos que aman y disfrutan de los encierros por el campo, porque El Roscas, con el recuerdo permanente de su hijo Carlos, ha empezado la campaña «con nota» este pasado fin de semana en Navas de Oro, y va a realizar esta campaña con su gente los encierros de Navalmanzano, Cantalejo y Cabezuela, en la comarca de la tierra de Pinares.
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