Los de Guadajira en el momento de la suelta.
Los encierros de Cuéllar han terminado esta jornada de la mejor manera posible, con un encierro con reses de Guadajira,que ha sido el único en el que han entrado las seis reses en las calles en este ciclo de encierros. Sin embargo, los corredores que no han tenido en estas fiestas muchas oportunidades de realizar buenas carreras delante de los toros, tampoco han tenido esa oportunidad hoy, porque los novillos han acusado el esfuerzo del encierro por el campo y han ralentizado su marcha hasta casi pararse en mitad de la calle de Las Parras.
Entrada del encierro.
Los de Guadajira han creado complicaciones en el recorrido por los pinares y un novillo ha pasado por delante el paso de Las Máquinas, pero finalmente se han conseguido reunir y hacer una entrada muy rápida en la zona del embudo, divididos en varios grupos, para después ralentizar su marcha desde la plaza de Los Coches. Y si exceptuamos un novillo, que ha subido por delante la calle de Las Parras, el resto de la manada se ha parado, y han subido primero, un grupo formado por tres novillos y el conjunto de los cabestros, mientras los dos últimos, que han cerrado el encierro, lo hacían mas retrasados.
Las primeras reses en Las Parras.
Estas dos reses han subido lentamente la calle Parras y han seguido camino de igual manera en dirección a la plaza de toros, a base de arreones y citados por los cada vez mas numerosos corredores que ocupaban la avenida de Los Toros. Y el mayor peligro lo ha ocasionado uno de los cabestros que cerraba en el encierro que ha alcanzado a un hombre de 70 años de edad, que se encontraba dentro del recorrido en la plaza de San Francisco, y le ha pegado una paliza al no poder buscar refugio en las talanqueras.
Los corredores tirando de los dos últimos novillos.
El último de los encierros se ha saldado con tres heridos de pronóstico leve, el ya mencionado, que ha sufrido contusiones múltiples por todo el cuerpo y además, se han atendido a dos jóvenes, uno de Cuéllar de un puntazo superficial, y un madrileño de 32 años de edad, con un traumatismo en la cabeza producto de una caída en el transcurso del encierro.
Imágenes: Korova Comunicación y Álvaro Herguedas
Un hombre es alcanzado por uno de los cabestros.
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