Un esgrafiado con una estampa de los encierros ha venido a embellecer ese muro de hormigón situado en el entorno de la iglesia de San Martín y el castillo palacio de Cuéllar. La obra del artesano Pablo Arévalo, se puede decir que viene a tapar la mala imagen que ofrece a todos los visitantes la obra inacabada de la urbanización «Los altos del castillo», que causa un impacto tremendamente negativo en uno de los rincones mas emblemáticos de la villa.
El trabajo de este artesano de Cantimpalos y su equipo de colaboradores de la Escuela de los Picos, va a contribuir a mejorar la imagen de una zona, sobre la que planea la sombra de ese ese esqueleto de hormigón como recuerdo de los efectos indeseados de la crisis del ladrillo.
Gracias al empeño personal de este hombre apasionado por la técnica del esgrafiado, se está llevando a cabo este proyecto, empleando una técnica que consiste en dibujar sobre una superficie de cal y arena, escenas como las elegidas para decorar este muro, los encierros de Cuéllar, la imagen del castillo palacio de los Duques de Alburquerque y otros rincones emblemáticos de la villa de Cuéllar.
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