Los «dos toros dos» de la noche de San Juan llenaron las calles de Carbonero el Mayor de corredores y un público expectante de contemplar el juego en las calles de los toros de los Hermanos Tornay. Y lo cierto es que ambos astados se ganaron un mas que merecido respeto por el trapío imponente de los ejemplares del prestigioso hierro sevillano. Los de mas seriedad que se han echado por las calles en la tierra de pinares.
Fueron muy pocos los que se atrevieron a ponerse delante. Uno de ellos fue el valiente corredor de Nava de la Asunción, Héctor Llorente, pero los dos coloraos de procedencia Domecq se hicieron los dueños de la calle por sus veloces arrancadas, y la mala suerte hizo que cuando se encontraron de frente, chocaron tan violentamente que uno de los astados perdió la vida en ese choque de trenes. Y tras este lamentable incidente se daba por finalizado el encierro, en el que en la parte positiva hay que destacar que no hubo ningún herido.
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