La Guardia Civil está investigando a cuatro personas presuntos autores de delitos contra la propiedad industrial y la falsificación de los documentos y distintivos de calidad de la IGP de Cordero de Castilla y León. La operación ha contado con el apoyo técnico de la Junta de Castilla y León y del Consejo Regulador, y se calcula que un volumen de hasta 11.000 corderos podrían haberse visto afectados por irregularidades.
En la primera fase de la operación se detectó un presunto delito de falsificación de documento por parte de dos marcadores/etiquetadores, quienes presuntamente mentían a la IGP en los registros documentales de control y trazabilidad de los corderos seleccionados. Repartían supuestamente etiquetas y vitolas a operadores comerciales sin controlar los estándares de calidad de la IGP, llegando a disponer uno de ellos de hasta 3.500 vitolas que habría distribuido a su criterio y fuera del control del consejo regulador.
En la segunda fase, se detectaron irregularidades en un operador que mezcló sistemáticamente corderos amparados por la IGP y no amparados por la misma (hasta 7.500 al año), teniendo a su disposición las etiquetas y vitolas que comercialmente necesitaba, no aquellas que de acuerdo a la trazabilidad de la IGP pudo justificar. Motivo por el que está siendo investigado como presunto autor de un delito contra la propiedad industrial.
Por último, según la nota de prensa, se detectaron irregularidades en el registro informático de la IGP a lo largo de los años 2013 y 2014, motivo por el que se procedió a recibir declaración al anterior director técnico de la IGP, como autor de un supuesto delito de falsificación de documento. Entre los destinatarios finales de los corderos se han encontrado establecimientos de restauración de la provincia de Segovia.
Comentarios recientes