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Andreas Prittwitz & Lookingback bravo bravíssimo

Andreas Prittwitz, Laura Salinas a la viola de gamba, y  Roberto Terrón al contrabajo.

Andreas Prittwitz, Laura Salinas a la viola de gamba, y Roberto Terrón al contrabajo.

No se puede describir tanta belleza. No hay palabras para describir la genialidad de Lookingback, una formación que ha roto moldes a la hora de interpretar a los clásicos y ha revestido de modernidad la música del barroco y el renacimiento. Y solo se puede explicar desde la genialidad de un músico alemán, Andreas Prittwitz, que con un sello personal incuestionable ha sabido conjugar el virtuosismo del barroco con la influencia de las músicas modernas.

Como explicar si no, que haya sido capaz de mirar hacia atrás y mezclar las composiciones de Bach, con músicas de raíz tan española como las rumbas y bulerías y que la cosa no chirríe. Que funcione. Y funciona con tal brillantez, que el público sabedor de la genialidad de este alemán, ( será de sangre española ?), se rompía las manos de aplaudir, una y otra vez, en cada una de sus interpretaciones.

Fue así de principio a fin de concierto. Prittwitz se puso al frente del sexteto y bien sea a la flauta, saxo o clarinete, pieza a pieza, desgranó su personal estilo interpretativo para conjugar, el clasicismo, la música del barroco, sin clichés, con la influencia de la música americana, del jazz, unas veces, y de la música española otras, como solo los mas grandes pueden hacerlo.

Y lo realizó con una comunión perfecta con sus músicos. Con un genio también, como es Antonio Toledo ( que grande eres Antonio) con las guitarras mas modernas y con Ramiro Morales, exquisito al laud y la guitarra barroca, y perfectamente acompañados por Laura Salinas, a la viola de gamba, Roberto Terrón, al contrabajo, e Ivan Mellen, a la percusión.

Andreas Prittwitz & Lookingback sobre el escenario en Cuéllar.

Andreas Prittwitz & Lookingback sobre el escenario en Cuéllar.

Y también con una comunicación directa con el público, en un concierto con un ritmo pausado unas veces, y con un alto altísimo las mas de las veces, pasando de las composiciones de Bach y terminando con Monteverdi. El lenguaje de la música es universal, pero su estilo es diferente, y su magia está en el ritmo. Un ritmo diferente. Bach y también Monteverdi Andreas pueden descansar tranquilos.

Imagen de portada: Mª Carmen Espeso y Jesús Eloy García Polo

 

Autor: Redacción Cuéllar

Muévelo

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