Los vecinos de Cuéllar reciben el Año Nuevo con la tradicional procesión del Niño de la Bola, una tradición que se remonta al siglo XVII, y que permanece viva en nuestros días gracias a los hermanos de esta cofradía cuellarana. La procesión saldrá como es tradicional desde la iglesia de San Miguel, a las 17.00 horas, a los sones de la dulzaina y tamboril de los Hermanos Ramos.
La imagen del Niño Jesús, que ha sido restaurada en 2019, saldrá acompañada del mayordomo, Juan Pablo de Benito, y los cofrades, a los sones de la dulzaina. Y le seguirán las habituales danzas y el sonido de las tejoletas a lo largo de todo el recorrido de la procesión, con esa parada como es costumbre a la iglesia de San Esteban para danzar al Niño Jesús a las puertas del templo.
Después la procesión comenzará su retorno hasta la iglesia de San Miguel, que se realizará como es costumbre con las últimas luces del día de esta primera jornada del Año Nuevo.
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