La historia no perdona. Los hijos de los que en su día votaron NO a la Constitución se han convertido hoy en los mayores defensores de esa Constitución, que proclaman como inamovible, no reformable y solo interpretable según los criterios de unos tribunales salidos de los dedos impuros de partidos corruptos.
Se hizo una Constitución para que en ella todos tuviéramos cabida, incluso los que la rechazaban. Se redactó de manera abierta y consensuada para que fuera reformada de igual manera. Con esa Constitución en la mano hay que decir que España somos todos y todos hacemos nuestra España de cada día. Nadie tiene ningún privilegio para decir quiénes son españoles o no, quiénes son malos o buenos españoles, quiénes aman a España o quiénes la traicionan. Todos vivimos aquí y este país nos pertenece a todos. Parece que cada vez es más difícil que lo entiendan los políticos en medio de la polarización y del frentismo en que se ha convertido la política española.
Españoles son los diputados de Vox y representan a más de tres millones y medio de votantes, aunque a otros muchos ni nos guste, ni lo entendamos. Pero ahí están y merecen respeto. Tan españoles como ellos son los independentistas, catalanes o vascos, aunque estén contra la Constitución, porque eso es perfectamente legal y democrático. Españoles son los radicales antisistema, los revoltosos y los quemacoches. También los ecologistas, las feministas, los animalistas, los veganos, los antitaurinos y los apóstatas. Son españoles los clérigos privilegiados, los curas de a pie, las monjas y frailes, los obispos y los miembros del Opus Dei. Españoles son los presos etarras arrepentidos o no. Españoles son los corruptos de un partido u otro que están en las cárceles…Españoles somos todos.
España es variedad de gentes, de lenguas, de culturas, de historias y de paisajes. Eso representa una riqueza que otros países admiran, echan de menos, pero que aquí muchos rechazan porque siguen pegados a un absolutismo del siglo XVIII.
Aquí vivimos y aquí tenemos que entendernos para convivir. En eso consiste la política. Los problemas, cualquier problema, se soluciona con diálogo, con acuerdos, con cesiones que no significan traiciones a las propias ideas, sino una posibilidad de convivencia. Demasiado tiempo, en el siglo XIX y XX, hemos empleado otros medios, las cárceles, la represión, la imposición, el Pronunciamiento, el Golpe de Estado y las guerras civiles, tres en el S. XIX y otra más sangrienta en el pasado siglo. ¿Solucionaron algo?. Desgraciadamente solo retrasaron y complicaron la solución a los problemas de convivencia.
Con la perspectiva que da el tiempo, hoy nos rechinan en los oídos los aullidos de nuestros políticos conservadores que parecen salidos del triste y desperdiciado siglo XIX. Todavía nos falta una derecha europea, que no grite en cada momento “yo o el caos”, que asuma el pasado sin justificarlo ni glorificarlo y que nos ofrezca un futuro de entendimiento posible, no de confrontación permanente. Ciudadanos ha sido un partido fallido en ese intento de modernizar la derecha de este país. Una esperpéntica Inés Arrimadas pidiendo a los diputados socialistas que traicionen a su partido es descalificante para cualquier político en democracia. ¡Si Adolfo Suárez levantara la cabeza…
Hoy todo se ha tornado en amenazas, advertencias, llamadas al miedo y al Apocalipsis. Un clima irrespirable de intransigencia y violencia verbal debido al acuerdo del primer gobierno de Coalición en el periodo democrático. Algo normal en otros países. Aquí ha habido bastantes en diferentes Autonomías pero éste sospechosamente ha hecho saltar las alarmas de los poderes oscuros que dominan nuestros bolsillos y nuestras conciencias. Hasta el Presidente y Vicepresidente de la Conferencia Episcopal han pedido que hoy se ofrezcan plegarias en todas las Iglesias y se rece por España, cosa que no me parece mal, sino fuera porque el desencadenante parece ser la llegada al gobierno de los monstruos del Averno. Como la Iglesia española también es variada, hay un Obispo catalán díscolo, el de Sant Feliu de Llobregat, que pide apoyo para el pacto del que ha surgido el nuevo gobierno. Supongo que los católicos andarán despistados. Así de rica y variada es esta España nuestra.
Llegan tiempos interesantes porque se van a poner sobre la mesa los problemas reales que hemos metido debajo de la alfombra durante los últimos años. ¡A ver si nos olvidamos del fantasma de Cataluña!, que tanto ha servido a unos y a otros para desviar la atención y la furia ante los problemas más acuciantes. Los partidos catalanes se arroparon en la bandera para tapar, por una parte, toda la corrupción del sistema montado por el Pujolismo durante décadas y, por otra, para que pasaran desapercibidos los drásticos recortes efectuados al comienzo de la crisis por el Partido de Artur Mas, que ya no recuerdo cómo se llama. Como respuesta, los partidos de la derecha española se envolvieron en la enseña patria, porque les daba los votos de todos los decepcionados, los desatendidos, los perjudicados y los sufridores de la crisis que eran sistemáticamente camelados con las consignas de que España se rompe y que lo importante es la unidad de España.
En esas andamos. Es tiempo de dejar de hablar de fantasmas y de banderas para hablar de paro, crisis de la Seguridad Social, pensiones, pacto educativo, desigualdades sociales, futuro de los jóvenes, emigrantes e inmigrantes, investigación, mundo rural….y sobre todo, cambio climático.¡A ver si llega ya la hora!
5 enero, 2020
Estoy totalmente de acuerdo. Es una magnífica reflexión.
Gracias por esta lección de empatía con todos y cada uno de los ciudadanos de este país.
6 enero, 2020
A mi, que se rompa España y que se carguen la constitución y las instituciones no me preocupa en exceso.
Me preocupa mi pequeña empresa y mis empleados con el aumento de costes y cargas que se avecina. Tengo mas miedo que con zapatero y, después, con la crisis. Hemos sobrevivido a todo esto pero me temo que ahora alguno caerá.
Es muy fácil idealizar cobrando del estado.
6 enero, 2020
Una reflesion magnifica, facil de entender por todos, sin tantosn vocablos rimbombantes, que emplean los actuales politicos, y supongo que ni ellos entienden, pero tapan esa basura que no son capaces de barrer. No quiero estropear yo con mis palabras, lo que acabo de leer,,
Esta gripe que me visita, no me permite continuar,
Gracias por animarme el dia, Continuaremos compartiendo, y seguro que un poquito mejor estaremos
12 enero, 2020
Interesante y acertada reflexión.