La inversión aprobada servirá para dar respuesta a las deficiencias detectadas en las cubiertas, con problemas de filtraciones en la nave, galerías norte y sur y sacristía y los pórticos de la galería norte, que se encuentran cegados. Y  también las deficiencias en las instalaciones y en la estabilidad en la estructura de ascenso al coro.

El objetivo de la intervención es la recuperación del carácter original del edificio que ha llegado hasta nuestros días, poniendo en valor la galería que abre al norte y la totalidad del espacio interior de la nave.

Para ello se llevarán a cabo la restauración de la cubierta de la nave, galerías y sacristía, la apertura de la galería norte y restauración del espacio de acceso y de las arquerías, la restitución de los revestimientos añadidos en las paredes y bóvedas de la nave que ocultan los acabados que dieron su configuración a este espacio en 1831, con arreglo a los colores originales.

Imagen de los años 80.

De origen medieval, la iglesia de Santa María de la Cuesta y su entorno, constituyen un peculiar recinto situado fuera de los muros de la villa. La iglesia presenta en la actualidad una única nave, con contrafuertes hacia el interior y un ábside semicircular de mampostería. Esta nave, de grandes dimensiones, y las galerías que la flanquean, han sufrido numerosas intervenciones a lo largo de la historia, que impiden la percepción del carácter original del monumento y su relación con el entorno.

Este templo sufrió las consecuencias de un  incendio en 1970, que afectó a las cubiertas y supuso la pérdida de la armadura de la nave, pero también el cierre de la galería al norte, la desaparición de un posible claustro al sur, y la transformación de los acabados interiores de la nave.