La Dirección General de Salud Pública considera conveniente que cese el rociado de desinfectante (lejía) en calles y plazas, y que se haga la limpieza habitual en calles y plazas siguiendo un protocolo de limpieza a base de barrido húmedo. Así se ha comunicado a los municipios ya que no se ha probado que sea efectivo el método usado (una solución de hipoclorito) por muchos municipios del rociado de calles y plazas.
Las pautas de la Dirección de Salud Pública recomiendan el barrido húmedo y en lugares sensibles como papeleras y contenedores se realice la limpieza con productos adecuados, y la aplicación posterior de desinfectantes con acción virucida.
El Servicio de Sanidad ambiental indica que «no es adecuado dejar depósitos de desinfectante de difícil eliminación en el suelo de calles y plazas junto con restos de materia orgánica, que previamente no se ha eliminado en la etapa de limpieza, ya que el exceso de estos productos biocidas es susceptible de producir efectos indeseables sobre las personas (exposición, salpicaduras, etc.) y sobre el medio (contaminación de las aguas subterráneas, el terreno, etc.
En definitiva, un uso inadecuado de estos productos tiene efectos perjudiciales sobre la salud humana y sobre el medio ambiente. Esta comunicación deja en evidencia «el populismo político de desinfectar una y otra vez como nos pidieron» en palabras del alcalde de Cuéllar.
En este sentido, la Corporación cuellarana va a limitar su uso y centrarlo en «los accesos a infraestructuras esenciales, como son el centro de salud y las residencias, además de los contenedores» .
22 mayo, 2020
Al final nadie sabe nada sobre los procedimientos de desinfección el gobierno no aclara nada pero si gastan inútilmente los dineros del pueblo con sus improvizaciones
27 octubre, 2020
Como en todo se va aprendiendo poco a poco. Pero está claro que a veces es peor el remedio que la enfermedad. La lejía es un gran desinfectante pero también es peligroso su uso.