La protección del espacio natural de la laguna del Espadañal sigue pendiente de una figura de protección. Pero una recomendación reciente de la Comisión de Medio Ambiente incide en la necesidad de esa protección ya que no este espacio natural no está incluido en el catálogo de Zonas Húmedas de Interés Especial en Castilla y León
El humedal, que tras las recientes lluvias ha recuperado su lámina de agua, es un paisaje singular y de alto valor ecológico, que sirve como refugio para las aves migratorias, que es necesario proteger y sobre el mismo existe una amenaza seria de desertización.
En estas fechas las ánades han vuelto a la laguna, y en su entorno se han catalogado rapaces de especial belleza, como el aguilucho pálido, así como la cigüeña negra, la canastera común, el cormorán o el ánsar, cerceta común, el martinete, el ánade real, las garzas real e imperial o el porrón común, entre otras.
Además, se trata de un hábitat con formaciones herbosas con Nardus y en su entorno se pueden también apreciar especies protegidas, entre ellas la Carex arenaria, que hacen necesaria su protección y conservación, como ha puesto de actualidad un acuerdo reciente de la Comisión de Medio Ambiente. En el mismo se recomendaba el acceso a pie a la laguna para proteger esta herbácea que crece en suelos arenosos.
El humedal, enclavado en el entorno del municipio de Cuéllar, carece de ese instrumento de protección, y en este sentido es preciso recordar que un informe publicado por SEO-Bird Life apuntaba ya en el año 2014 la necesidad de realizar actuaciones para “conservar su hábitat natural y la lámina de agua y frenar la pérdida de su biodiversidad» .
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