Las obras de rehabilitación de la iglesia de Santa María de la Cuesta en Cuéllar están dejando a la vista la singular belleza de esta joya del patrimonio de la villa cuellarana, como son elementos como la arquería mudéjar que hasta la fecha permanecían ocultos.
Se trata de uno de los espacios más valiosos del conjunto y el avance de las obras han permitido dejar a la vista, en la fachada del lado norte, los arcos de ladrillo mudéjares, que datan de los siglos XII-XIII , y son uno de los elementos diferenciadores del conjunto arquitectónico.
Esa arquería de los alarifes mudéjares es apreciable tras el picado de las capas de yeso posteriores que los han dejado ocultos ocultas durante décadas y en la actualidad continúan los trabajos tanto en el interior como en el exterior del templo, con la restauración de las cubiertas y la nave interior de la iglesia.
Las obras de rehabilitación siguen su curso y permiten ver ya esos elementos diferenciadores de las distintas etapas constructivas del templo, que van desde el románico-mudéjar original que se puede apreciar en el atrio norte, donde el picado de la fachada deja ver la superposición de estilos, al arco de la puerta gótica, junto a los arcos mudéjares, y el arco de ladrillo descubierto también en la portada renacentista del templo.
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