De la expectación a la decepción en el festival taurino de Valsaín, ya que el diestro gaditano, Jesulín de Ubrique, se lesionó en el hombro tras entrar a matar a su primer novillo, y abandonó el ruedo con fuertes dolores en el hombro de su brazo derecho, con una luxación. De tal manera que festival se quedó en un mano a mano entre Emilio de Frutos y el novillero Mario Palacios, que compartieron triunfo y salvaron la tarde, saliendo los dos por la puerta grande.
El torero gaditano tuvo una tarde aciaga, ya que el primer novillo del Rosalejo, no tenía buena condición y no le permitió estar a gusto. De tal manera que tan solo dejó algún detalle en muletazos sueltos, y con la mala suerte añadida de lesionarse a la hora de entrar a matar. Tras ese mal comienzo, la cosa se quedó en un mano a mano, en el que Emilio de Frutos, primero, elevó el tono del festejo en una faena de poder a su primer novillo, que tenía sus complicaciones, y al que el torero segoviano ganó la partida en una faena de poder a poder, que le valieron las dos primeras orejas de la tarde.
Igual de poderoso estuvo en su segundo novillo, que sacó algo de genio y al que sometió bajándole mucho la mano y trazando muletazos muy profundos, demostrando que tiene clase y torería para rato, y cortando otra oreja. Mario Palacios no le anduvo a la zaga y cortó dos orejas, después de torear con mucha firmeza y torería a un novillo muy enrazado y no exento de complicaciones, para rematar su faena muy encimista y toreando de cara a la galería entre los oles del público.
Y con igual sello, realizó su faena al último de la tarde en el que demostró que es un torero de clase y gusto, que pisa también unos terrenos comprometidos y que sabe llegar a los públicos, cosa que le valió cortar las dos orejas y el rabo. Los dos, el maestro, Emilio de Frutos, y su alumno, Mario Palacios salvaron el interés del festejo, estando muy por encima de sus dos novillos. Y además regalaron el sobrero.
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