Fotos: Fermín Rodriguez
Ventura y Miguel Ángel Perera salieron por la puerta grande en Iscar y Sebastián Castella se quedó sin ese premio merecido por culpa de los caprichos de la presidencia. Ventura y Perera, salieron a hombros, pero el toreo de verdad lo ejecutó Castella que se marchó andando.
Castella dejó sobre el ruedo la mejor faena de la tarde y, sin embargo, salió del ruedo a pie después de torear a placer al primer toro de Buenavista. El francés se acopló desde salida con el capote y toreó con mucho temple en la muleta especialmente sobre la mano derecha, con una serie realmente sublime, y rematando la faena de un estoconazo.
Cortó una oreja con fuerte petición de la seguida, que le negó la presidencia, y en su segundo estuvo muy por encima de un toro al que sometió a base de firmeza ante un ejemplar de peores condiciones.
Por otro lado, Diego Ventura tuvo destellos en su primero con el que no terminó de redondear la faena (silencio) y tuvo que poner todo en el segundo de Hermanos Serrano, especialmente en banderillas y con un gran par a dos manos, para salir por la puerta grande en compañía de Miguel Ángel Perera,
El extremeño no logró acoplarse en sus primero (silencio) y plantó cara a su segundo en la muleta hasta que se rajó buscando la puerta de toriles, donde Perera le hizo tomar una y otra vez la muleta en las cercanías con cambios de mano y matando de una gran estocada que hizo rodar al toro sin puntilla.
Corrida muy desigual de Buenavista, con un segundo toro con mucha nobleza pero poquita fuerza y los tres restantes con complicaciones.
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