Se trata de un paraje inigualable entre dos valles, enclavado en plena cuna de la Ribera en los altos de la villa de Peñafiel. Está situado a 950 metros de altitud y dada su privilegiada ubicación permite disfrutar de unas excelentes vistas de su castillo fortaleza.

Llegar hasta el paraje de Anraso  es sumergirse en plena naturaleza, paseando primero entre pinares y después viñedos, para contemplar las diferentes tonalidades de las viñas tras la reciente vendimia. Y una vez alcanzado este «rincón del cielo» se disfruta de una de las más bonitas puestas de sol de las tierras altas de la ribera.

Después de caminar hasta el Anraso, por la carretera de Mélida o bien por la de Rábano, los visitantes pueden disfrutar del ‘sunset’ espectacular con música chillout, una experiencia que va acompañada de catas de vino, un brunch, cata de vino bajo las estrellas, etc. para grupos, eventos y empresas.

El mirador es un proyecto de la familia Arenales Polo y la experiencia es más que recomendable. La desconexión es total y gracias al relax de los atardeceres el visitante puede disfrutar del entorno natural, mientras se saborea un buen vino de la Ribera, contemplando el paisaje y los tonos ocres de los viñedos en esta época otoñal.