El diestro Juan del Alamo ha sido el triunfador en la primera corrida de la feria taurina de Cantalejo, tras cortas dos orejas ante dos buenos toros de Valdefresno. El torero salmantino estuvo muy centrado y realizó lo mejor de la tarde, dos faenas muy similares, en las que llevó estuvo muy firme y que remató con dos buenas estocadas, que le valieron para abrir la puerta grande.
Hay que decir antes que nada que no hubo una buena entrada en este primer festejo de la feria, que tenía el aliciente de ver sobre el ruedo al triunfador del año pasado Curro Diaz, frente a dos toreros jóvenes que luchan por abrirse paso en el escalafón , como son Alberto Aguilar y el salmantino Juan del Álamo,que demostró en Cantalejo, que esta pisando muy fuerte y que está llamado a ser alguien importante en el mundo del toreo.
Curro Diaz, sin embargo, muy poco pudo hacer ante los dos toros que le tocaron en suerte, que fueron sin duda alguna los peores de la tarde, el primero enseguida se rajó en la muleta, y aunque el jienense lo intento, la cosa quedó en un quiero y no puedo por la poza raza del de Valdefresno. El segundo tuvo algo mas de motor, se desplazó algo mas y ahí si se pudo ver la clase del de Linares y pudo ligar algunos bellos muletazos, pero la faena careció de continuidad por la poca raza del toro y no pudo rematar la tarde con éxito.
Al madrileño Alberto Aguilar, le correspondieron dos buenos toros, con mucha fijeza y suavidad en las embestidas y lo supo aprovechar llevando siempre a los dos toros muy metidos en la muleta y ligando las series. Fueron dos faenas distintas, una basada sobre la mano izquierda y el toreo al natural y la segunda sobre la diestra estando muy poderoso y firme. Consiguió una oreja en su primero y en el segundo no le acompañó la suerte con la espada, lo que le privó de salir por la puerta grande.
Y quien si abrió la puerta del triunfo fue Juan del Álamo, que realizó las dos mejores de esta primera corrida de la feria. Hay que decir que le tocaron en suerte los dos mejores toros, a los que planteó dos bonitas faenas. Enseguida se acopló con sus dos toros a los que llevó muy toreados y sometidos en la muleta, con muletazos muy largos y templados y rematando muy poderoso las series. Además las dos faenas tuvieron ligazón y continuidad hasta su remate final con dos buenas estocadas, que le valieron las dos orejas (una en cada toro) y la salida por la puerta grande.
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