Editado Por Redacción Cuéllar en Ago 18, 2014

Víctor Barrio rematando su faena al primer toro de Baltasar Iban, en la feria del 2014.

El torero de Sepúlveda fue el  gran triunfador de la segunda corrida de feria de Cantalejo, tras cortar 4 orejas y realizar dos grandes faenas a dos toros de Baltasar Iban, que dieron un juego excelente. La suerte no le acompañó, sin embargo, al torero cuellarano, Javier Herrero, que resultó cogido en su segundo toro y sufrió una cornada en el muslo derecho que le llevó, primero a la enfermería y después al hospital , herido de pronóstico leve.

La corrida de Ibán fue una gran corrida de toros, muy bien presentada y con toros muy serios y con mucha cara, que ademas demostraron mucha raza y bravura en su conjunto. Una corrida que tenía mucho que torear y que tuvo ademas delante a toreros dispuestos y con ansias de triunfo. Así lo demostró Javier Herrero en su primero, en el que salió muy dispuesto y dibujando unos muy buenos muletazos, en la primera fase de su faena. Lastima que esta fuera a menos, cuando el torero se echó la muleta a la mano izquierda. El toro a partir de ese momento ya no fue el mismo, y el cuellarano no pudo redondear una faena, que además estropeó con los aceros.

El festejo se vino arriba en el segundo de la tarde. Este si fue un buen toro y tuvo enfrente a un Victor Barrio, muy sereno y firme, que llevó al toro siempre muy toreado y metido en la muleta. El de Sepúlveda planteó una faena muy maciza en su conjunto, con series de muletazos muy largos y templados por los dos pitones, y rematando las series con unos soberbios pases de pecho. Terminó la faena con unas manoletinas de muy buena factura y una gran estocada, que le sirvieron para conseguir las dos primeras orejas de la tarde.

Víctor Barrio rematando con un pase de pecho.

No le anduvo a la zaga el salmantino Damian Castaño, que salió a por todas y se encontró enfrente a un gran toro, que se empleó empujando en el caballo y se desplazó largo en banderillas, para demostrar en la muleta una gran raza y clase. Clase, como la que demostró el de Salamanca, para no dudarle en ningún momento y hacer un toreo muy profundo, bajándole mucho la mano y ligando las series . Fue una bonita pelea, de poder a poder, que llegó mucho a los tendidos, que pidieron primero al torero, y después a la presidencia, que se le otorgara el indulto, que finalmente fue concedido.

El momento de la cogida del toro de Baltasar Ibán, en Cantalejo.

La cruz cayó, en esta ocasión, del lado de Javier Herrero, que salió enrabietado en su segundo, buscando el triunfo. Sin embargo, le tocó en suerte el toro mas complicado de la tarde y, aunque se tragó los primeros muletazos, enseguida avisó al torero por el pitón izquierdo, para cogerle de manera espectacular, cuando se echó nuevamente la muleta a la derecha, hiriéndole en el muslo.

Después del dramatismo de la cogida, salió al ruedo el quinto de los Ibanes con ganas de comerse el mundo. Un toro castaño y muy astifino, que se encontró enfrente con un gran torero. Aquí Barrio dio una lección de toreria y dibujó sobre el ruedo una faena de enorme calidad,  sometiendo al de Iban ya desde los primeros muletazos, para después templar su embestida y realizar una faena muy seria toreando sobre ambas manos. Estuvo realmente soberbio toreando al natural y, además, fue un cañón con la espada y acabó la faena con una gran estocada que llevó el delirio a los tendidos. Y ahí se acabó todo. No hubo mas. En resumen, Castaño indultó un gran toro de Iban, pero el toreo del bueno…con mayúsculas, lo dibujó sobre la arena en Cantalejo, un segoviano. Se llama Víctor Barrio.