Cartel anunciador de la feria del Libro.
La feria del libro de Cuéllar cambia este año y al atractivo de los libros se añaden en esta edición el sabor de la gastronomía para promocionar un certamen, que abandona su ubicación hasta ahora tradicional en la iglesia de San Francisco, para ubicarse en los paseos, buscando la sombra y a la vez el calor de lectores y paseantes. Los libros, la artesanía y las tapas este año van a ir de la mano, en una feria del Libro que este año alcanza su octava edición, y que de la mano de la nueva concejala de Cultura, Sonia Martín, se renueva en esta edición buscando el calor del público.
Para ello, la feria no solo se traslada hasta los paseos. En la calle de Las Parras van a tener su espacio la parte expositiva de los artesanos relacionados con el libro. No van a faltar los cuentacuentos y los títeres, y los personajes literarios van a tomar literalmente la calle, además de contar, como todos los años, con las firmas habituales de escritores. Bienvenido sea todo ello en beneficio de la lectura y los libros, para la que todos los estímulos son pocos, y que en este caso se ha querido potenciar además con un evento gastronómico, y ya se sabe que la gastronomía es una fuente inagotable de publicaciones y mucha literatura.
Una docena de libreros se va a dar cita en este certamen.
De tal manera, que los hosteleros del centro de Cuellar se han sumado a este certamen con un feria gastronómica de tapas, «Delirios del Quijote», para añadir mas sabor al panorama literario que se va a vivir en la villa a lo largo del fin de semana. Un ambiente en el que no va a faltar la música, con el pasacalles musical de la banda de música de Cuéllar, y el teatro, con la actuación del grupo de teatro Los Mirmidones, con una nueva representación de la obra Lisistrata, en esta ocasión en la iglesia de San Francisco de Cuéllar.
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