El público llenó mas de media plaza.
Festejo triunfal el que hemos vivido este domingo en la plaza de toros de Segovia, lo cual no está nada mal para la fiesta, que necesita del calor y la emoción en el ruedo para llevar al público a los tendidos. Un público, que respondió llenando mas de media plaza, a la expectación de un festejo que tenía como máximo aliciente la presencia de torero segoviano Victor Barrio, compartiendo cartel con Abellan y El Fandi: Juntos, los tres, salieron a hombros, después de cortar un total de 7 orejas a la corrida del Marques de Quintanar, con un gran toro, el primero del Fandi, pero que fue muy desigual en su conjunto.
El Fandi toreando al toro de la tarde.
El matador de toros granadino tuvo la gran suerte de que le correspondiera en suerte el mejor toro de la tarde, un ejemplar que desarrolló una gran fijeza en la muleta, lo que permitió al Fandi ligar, una y otra vez, unas series muy largas de muletazos, dada la gran calidad de un toro que repetía una y otra vez con una nobleza excepcional, A esa clase del toro, respondió el Fandi con mucho temple y mucha técnica, llevando al toro siempre muy metido en la muleta y dando un auténtico recital. Primero sobre la mano derecha, con series en redondo muy ceñidas, para continuar después toreando al natural con mucho poderío.
Ahora bien, todo hay que decirlo, no todo fue tan ortodoxo y el Fandi, que encandiló al público en banderillas, no es un torero exquisito en las formas, pero estas si gustaron al publico, que primero le pidió que no matara al toro por su bondad, y después le acabó premiando con las dos orejas y pidiendo la vuelta al ruedo al salpìcado del Marques de Quintanar. Lo intentó también en su segundo, pero este fue bien diferente. Echaba la cara arriba y a base de aguantar mucho, le consiguió sacar una serie muy templada sobre la mano derecha, para acabar la faena con un toreo muy encimista, que le valió una nueva oreja.
Victor Barrio estuvo muy por encima de sus dos toros.
El torero segoviano, Victor Barrio, no tuvo la misma suerte, Le tocaron en suerte dos toros con muy poquita fuerza, y tuvo que cuidar mucho a sus dos oponentes, para que no se le vinieran abajo en la muleta, A su primero le recibió con unas verónicas muy ajustadas, y ahí se acabaron las poquitas fuerzas del animal, Y con la muleta tuvo que torear a media altura y sin mucha profundidad. Eso si, fiel a su estilo, toreó muy vertical, clavando las zapatillas en la arena y ligando los muletazos, siempre en el sitio, y sin rectificar su posición. Así le consiguió ligar un par de series muy templadas, que le valieron para cortar una oreja.
Desplante de Victor Barrio.
En su segundo salió a por todas, Le recibió rodillas en tierra, con dos largas cambiadas, para luego lucirse en el toreo a la verónica y en el tercio de quites. Pero el toro le echó la cara arriba en cuanto se puso a torear con la muleta, y tuvo que aguantar sus tarascadas, hasta someterle y conseguir arrancarle un par de series muy ceñidas sobre la mano derecha. Después demostró que no está exento de valor, y se metió entre los dos pitones, para conseguir sacarle un par de circulares, exponiendo mucho, y conseguir una segunda oreja que le abrió la puerta grande.
Abellan toreando al primero de su lote.
Lo de Abellán es otra cosa. Está lejos de ser el que fue y lo volvió a demostrar de nuevo en Segovia, haciendo un toreo sin hondura y muy superficial, Eso si es un torero que cae bien a los públicos y de esa manera, sorprendente pero cierto, consiguió cortar dos orejas, (una en cada toro), para pasearlas por el ruedo con unos niños de apellido famoso,( Vallejo Nájera). Tiempos modernos, y toreo moderno, ( solo faltó que Colate Vallejo-Nájera se pusiera a torear). Pero del toreo del de verdad mas bien poco. Algunos pasajes del Fandi, bajando la mano a su primero, y la firmeza de Victor Barrio, muy por encima de sus dos toros.
Opinión: Ignacio Montalvillo
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