Casa de la zona de la Judería, en la confluencia de la calle de San Esteban.
Con ánimo de poner en valor esta parte del pasado de Cuéllar, tras la solicitud de pertenecer a la Red de Juderías de España, la Fundación del Archivo Histórico ha organizado en la mañana del domingo 27 una Visita Guiada por la Judería de Cuéllar para los Amigos del Archivo. La visita se inició en el Arco de la Judería, en la Plaza San Gil. Julia Montalvillo condujo a los asistentes a través de las calles del antiguo barrio judío relatando historias que aparecen en diferentes archivos y aportando datos que ayudan a recrear el pasado medieval de estas calles de Cuéllar.
Se ha dado nombre a dos pequeñas calles de este barrio. Ahora son la calle Rabi Simuel y la calle Camino de la Sinagoga. Recordó la Archivera que la actual calle de San Esteban que recorre este barrio se conoce tradicionalmente como “de la Nusa”, calle del muro, porque está al lado de la muralla. Los asistentes coincidieron en que debería recuperarse este nombre en el callejero, añadido al de San Esteban, para no provocar problemas administrativos.
Foto de grupo de la visita guiada.
Los libros de las cuentas recaudatorias hacen suponer que la Aljama de Cuéllar era una comunidad floreciente a lo largo del siglo XV. También pertenecían a la comunidad los judíos que residían en los pueblos de los alrededores de Cuéllar. La población judía estaba formada por artesanos de diferentes oficios, médicos… unidos en torno a la Sinagoga que parece claro que se encontraba en la confluencia de las calles San Esteban y La Magdalena. Podrían vivir aquí más de cincuenta familias judías, formando parte de este pueblo castellano donde convivían con otra minoría musulmana y con los vasallos cristianos del rey castellano. Así sucedió hasta 1492 cuando quedó quebrada esta convivencia por las leyes de expulsión de los judíos y la toma de Granada, que supuso un hostigamiento de los fieles musulmanes.
Arco de la Judería.
Tras la expulsión, unos se marcharon y otros se cristianizaron. Durante años aparecen diferentes denuncias al Tribunal de la Inquisición de conversos judaizantes, como la llevada a cabo contra Diego de Alba, corregidor de la Villa y tío del Cardenal Cisneros. Nadie se libraba de las sospechas inquisitoriales, que ensombrecerían durante siglos la convivencia en las tierras de Castilla.
También Juan Carlos Llorente contribuyó a ilustrar el recorrido con apuntes históricos y datos sobre algunas de las casas de la Judería. La visita concluyó con la invitación a participar en una fiesta tan judía como la Circuncisión, que nosotros recordamos alegremente con las Procesiones del Niño de la Bola.
Camino de la Sinagoga.
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