Las opiniones de la cita de Cantalejo han sido muy positivas.
A la hora de hacer lecturas, La Reunión motera de Cantalejo cierra su primera edición con muy buenas sensaciones, a pesar de las inclemencias metereológicas y la coincidencia de la fiesta de la moto en Valladolid. En lo numérico se han cumplido mal que bien las expectativas. Se esperaban unos 3.000 moteros y, finalmente, acudieron 2.000. Si bien compensado con la afluencia de público, que la organización ha cifrado en mas de 5.000 personas. Sin embargo, donde Cantalejo ha ganado la partida es en lo espiritual. Los comentarios favorables de la mayoría de moteros han sido la norma y el ambiente generado apunta a una clara recuperación de «el espíritu de pingüinos”, que era la apuesta de Cantalejo y los aficionados que han hecho posible la concentración.
Visto desde fuera, Cantalejo ha sido el escenario en el que se ha vivido esa pura esencia de pingüinos, frente a Valladolid que no ha estado exento de problemas organizativos: demasiado barro, ocupación hotelera por debajo de lo esperado y un balance modesto de 4.000 moteros. Sin embargo, ha sido el alcalde de Valladolid, Oscar Puente, el que se ha apresurado a salir al paso de las críticas, y ha afirmado que mantiene su apuesta por el certamen de cara al 2017, despejando con ello cualquier tipo de duda sobre la continuidad de la Fiesta de la Moto de Valladolid.
Y frente a esta apuesta pucelana, con la implicación municipal y del sector hostelero de la capital del Pisuerga, que no quiere dejar escapar el maná de un certamen que en sus mejores momentos ha llegado a reunir a mas de 25.000 personas, está la solvencia y buena organización de la Reunión motera de Cantalejo, que se ha ganado con creces la continuidad del certamen. Como ha señalado Maxi San Macario, alcalde de Cantalejo, «no nos dejan llamarlo pingüinos, pero Cantalejo ha recuperado la esencia de pingüinos».
Los del Desafío 16 de Santander, de las Derbi, muy satisfechos.
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