La vida sigue y el día después de las fiestas, la villa y sus gentes se desperezan lentamente en esa vuelta, se puede decir así, a la normalidad. Pero mirando atrás y, para centrarnos en los últimos momentos de la fiesta, hay que señalar que, en la jornada de ayer, Cuéllar despedía las fiestas según su uso y costumbre, con la celebración del Baile de Rueda, esta vez y como despedida de las fiestas 2014, con salida desde la plaza Mayor.
Después, ya por la tarde, se celebraba el último festejo de la feria taurina, en el que hay que destacar el brillante espectáculo que, por segundo año consecutivo, volvieron a protagonizar los forcados portugueses Amadores de Alenquer, que sin duda alguna fueron los valedores de este festejo que cerraba la feria, en el que hay que apuntar que solamente brilló el novillero manchego Antonio Lopez. El chaval tiene muy buenas maneras y así lo demostró frente a los dos novillos que le tocaron en suerte, cortando dos orejas y saliendo por la puerta grande.
Y el fin de fiesta, como no podía ser de otra manera, tuvo como siempre el colorido especial del desfile de las peñas, en el que una vez mas, el ruedo de la plaza de toros, se volvía a teñir de los colores blanco y verde de El Soto, el azul de la peña El Pañuelo, el amarillo de los de El Embudo y el negro de la peña la Plaga. Todas ellas recibieron sus correspondientes premios y desfilaron en compañía de los componentes de la Corporación, con el alcalde al frente en compañía de la Corregidora, hasta los paseos de san Francisco, para despedir las fiestas con los tradicionales fuegos artificiales.
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