Han pasado dos meses de las elecciones.
Han pasado más de dos meses desde las Elecciones. Los votantes pusimos la pelota en manos de nuestros políticos y parece que no saben muy bien cómo jugarla. Es lógico. Están acostumbrados a mayorías absolutas o casi. Están faltos de práctica en la negociación, en la cesión y en la búsqueda de acuerdos. Démosles tiempo para que vean claro lo que hemos votado y repasen la foto de los votantes. Somos diferentes, pensamos cosas distintas, pertenecemos a grupos a veces opuestos, pero nos entendemos entre nosotros y hablamos con todos. Tenemos amigos que votan a otros partidos, que tienen otros objetivos… pero hablamos, nos juntamos, discutimos y nos reímos juntos. Así somos y así queremos que sean nuestros políticos. Nadie traiciona a nadie porque acepte otras propuestas, si para todos hay un objetivo común, que supuestamente es la mejora de nuestra situación. Si los votantes de Izquierda Unida, Podemos, Ciudadanos o PSOE hablamos, tomamos cañas y hacemos cosas juntos…¿Por qué no lo van a hacer los responsables del cotarro? Es su obligación. Y es eso precisamente lo que hemos votado. Si nos llamaran a votar otra vez sería el reconocimiento de su fracaso para reflejar y organizar lo que nosotros queremos. Deberían marcharse, entonces, y dejar paso a otros más preparados y capaces de entenderse.
Precisamente ahora, quien más voceó sobre la superación de la división izquierda – derecha es quien traza la línea para no hablar con los del “otro lado”. Unos se mueven con eslóganes y frases hechas. Otros se ofrecen como en una pasarela. Otros parecen al urogallo mostrando todas sus cantos y sus plumas con chulería para seducir. Olvidan que la hembra no quiere colores sino buenos genes y buena ayuda para sacar a la prole adelante…
Aquí abajo, en la calle, todos hablamos y nos entendemos. Gracias a eso funciona la sociedad. Que tomen nota. Sea bienvenido un gobierno débil y transversal, que practique el diálogo, que escuche a los que piensan diferente, que rinda cuentas en el Parlamento, que sea controlado y criticado por nuestros representantes.
Lo importante no es quién será el Vicepresidente sino qué hará el Ministro de Interior con la “Ley Mordaza”, qué medidas tomará el de Economía, qué reformas emprenderá el de Educación, que pasará con la Seguridad Social… Cuando hayan llegado a un programa escrito y bien definido, fijando objetivos y límites, entonces será más fácil ponerse de acuerdo sobre la cara, el perfil, sexo y condición de cada ministro.
Todos hablamos y nos entendemos.
Hace cuatro años los votantes dieron un poder casi absoluto al PP, en el Gobierno central, en el autonómico, en las Diputaciones, grandes ayuntamientos… ¿Cuáles han sido los resultados? Ahí están. La consecuencia más evidente ahora es la incapacidad del PP para llegar a acuerdos con nadie. Parece que los gobiernos fuertes son buenos para colocar a los propios en los puestos responsables de radio y televisión, en la judicatura, en las Diputaciones… fuera de todo control. Bienvenido sea el primer paso del pacto suprimiendo todos estos caramelos. Ninguna Diputación se ha librado de aparecer en titulares de prensa por corrupción, mangoneo o colocación de amiguetes. Ahí está la frase repetida por Triana Martínez, acusada en el juicio por el asesinato de Isabel Carrasco, presidenta de la Diputación de León: “esa plaza fue creada para mí”. Es un buen resumen de la forma de actuar de las Diputaciones, sean del color que sean. Desaparecerán los puestos políticos, no los servicios, que serán asumidos por las diferentes Consejerías. Ya están quejándose todos los paniaguados de todas las Diputaciones. Bienvenido un gobierno débil que limpie y reorganice la Administración Pública.
Desde el Mar de Pinares: Jesús Eloy García Polo
Comentarios recientes