Los socialistas defienden los Consejos Provinciales de Alcaldes, en sustitución de las Diputaciones.
Si días atrás los populares ponían en marcha su campaña por el futuro de los pueblos y en defensa de las Diputaciones, desde el PSOE han salido a la palestra para defender los Consejos de Alcaldes, el órgano con el que los socialistas pretenden sustituir la política clientelar de las Diputaciones y gestione los servicios en beneficio de los ciudadanos. Aseguran que “el Consejo Provincial de Alcaldes, en colaboración con los ayuntamientos y las entidades locales menores, tendrá como objetivo garantizar que todos los vecinos, independientemente de dónde vivan, reciban los mismos servicios y con la misma calidad”. Y en ningún caso supone la supresión de servicios, apuntan los socialistas.
Y por ello consideran “indigno que el PP trate de engañar y ponga en marcha una campaña preelectoral, instrumentalizando la Diputación y los ayuntamientos, queriendo hacer ver que solo ellos defienden el medio rural y los pueblos, cuando esa campaña de los populares bien la podrían denominar «por mi sueldo y el futuro de mi cargo», porque lo que están haciendo es defender sus privilegios» en palabras del diputado socialista, Juan Luis Gordo.
Los socialistas argumentan que se trata de mejorar la eficiencia y simplificar la estructura administrativa, ya que “el órgano de Gobierno del Consejo de Alcaldes será elegido de forma democrática y proporcional, y no estará designado, como ahora, por un partido político”. Y «ningún ciudadano recibirá menos servicios por vivir en un pequeño municipio y la atención prioritaria a los pequeños pueblos hará que los Consejos Provinciales de Alcaldes se centren en las necesidades de sus vecinos”. Y en este sentido, ha señalado, que “es todo lo contrario de lo que están diciendo ahora el PP y sus campañas sin sentido, porque los populares no defienden a los pueblos, sino a las diputaciones y su utilización política y partidista».
Según Juan Luis Gordo, “se eliminará así el clientelismo político de Diputaciones como la de Segovia, y el enchufismo,(con 13 altos cargos y puestos de confianza), anteponiendo los intereses personales y de partido a los intereses de los ciudadanos. Y así evitaremos señalaba Gordo «que se metan en negocios y actividades, como en la provincia ocurre con Segovia 21, la compra del Palacio de La Floresta, el salón de actos de la Faisanera, muy alejados a los intereses de nuestros pueblos y sí cercanos a intereses particulares y partidistas de quien gobierna en la institución”.
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