Imágenes: Juan Carlos Llorente
Los caprichos del santoral han hecho que la fiesta de San Isidro, en Cuéllar, coincidiera este año con la fiesta de San Gil, y una vez acabada la sobremesa de la paella popular del barrio de San Gil, empezaba la tradicional procesión en honor a San Isidro, que salió como es tradicional desde la iglesia de Santa Maria de La Cuesta, acompañada del repique de campanas, y a los sones de la dulzaina y tamboril. La procesión ha vivido mejores tiempos, pero hay que decir que son muchos los fieles a esta tradición, que no faltan a esta procesión, movidos precisamente por la tradición que han vivido desde pequeños.
La imagen del patrón de las gentes del campo, seguida del mayordomo de esta edición, Jesús Salamanca, y de los habituales danzantes, hizo el recorrido tradicional hasta la Cruz de Santo Domingo, donde tuvo lugar la bendición de los campos, en una jornada en la que por fin lució el sol, y se pudo disfrutar del magnifico aspecto de los verdes campos de cereal del entorno de la villa. Aunque este año no ha siso necesaria la mediación del santo porque tras una primavera pasada por agua todo indica que habrá una buena cosecha, para dicha de los mas fieles devotos del patrón. Otra cosa es el precio que alcance la cebada y el trigo en los mercados de cereales, que ahí manda la Bolsa de Chicago, y no el santo patrón.
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