Hinchas del Atleti, después del partido.
La historia, lamentablemente para el Atlético y sus miles de seguidores, se repite. Aunque hay que decirlo no fue justa con el Atleti, que fue por detrás la mayor parte del partido, que hizo lo mas difícil, empatar el encuentro en la recta final de los 90 minutos reglamentarios…pero cuando pudo rematar a un Real Madrid, muy vulgar, no tuvo el fuelle necesario para ir a por el partido, que si tuvo en las semifinales contra el Bayern de Munich. Después, en la tanda de penaltis, su historia, «la de la mala suerte que persigue a los colchoneros», le fue traicionera una vez mas.
La suerte cayó otra vez, (y van ?)…del lado del Madrid. Y el único consuelo que queda a los atléticos es pensar que cayeron derrotados por...la mala suerte, que persigue al club rojiblanco. Que si miramos en la historia del Atleti ha sido el verdadero rival de los del Manzanares en las tres finales que ha disputado en la actual Champions. Y después de lo visto en esta final en tierras italianas, se pone aún mas de manifiesto, que ese es el partido que le queda al Atlético de Madrid por jugar: el partido contra su mala suerte… su verdadero y auténtico rival.
Peña madridista cuellarana, al comienzo del partido.
Mirando atrás, en el año 74 castigó a los atléticos con un segundo partido contra el Bayern de Beckembauer. En la final de Lisboa, fue un extra añadido de cinco minutos. Y en Milan, una prórroga y los penaltis. En ninguna de esas tres citas le acompaño la suerte al Atleti. En la previa del partido nuestra pregunta era si la historia se puede cambiar. Y claro está que puede cambiar, pero el partido contra la mala suerte es el partido que le queda al Atleti por ganar…Lo mas duro de esta derrota se reflejaba, tras la final, en las lágrimas de los seguidores atléticos más pequeños. La celebración por parte de los madridistas al menos en Cuéllar, fue con «menos ruido» del habitual.
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