La primera edición de la Feria de la resina que se ha celebrado en Cuéllar este fin de semana viene a poner de actualidad las reivindicaciones de un sector, el de los resineros que en la recta final de la actual campaña, sigue reclamando un complemento de actividad una vez finalizada la campaña resinera, que este año no ha sido buena por los efectos de la sequía. Esta circunstancia ha provocado que la producción haya bajado bastante, y se puede decir que para muchos tan solo va a permitir rozar el umbral de la rentabilidad de sus explotaciones.
Ese complemento de actividad que reclaman los resineros tiene que venir de la mano de un cambio de la normativa que convierta a los resineros en un trabajador integral del monte, para la realización de trabajos forestales, podas y clareos en el monte una vez acabada la campaña resinera. Y se trata de una de las reivindicaciones fundamentales del sector, ya que los mas de 600 resineros de la provincia tienen que hacer frente a partir de estas fechas de un parón en su actividad, y en estos cuatro meses de paro forzoso los resineros pueden complementar su actividad con la realización de trabajos forestales que son necesarios en el monte.
Otra de las reivindicaciones que vienen planteando en la Mesa de la Resina es la mejora de los pliegos de condiciones que regulan los aprovechamientos, que en opinión de los resineros están desfasados y se deberían adaptar a la situación actual para adecuar las condiciones de trabajo de los resineros. Así como, que la Administración apruebe las licencias de aprovechamiento en el mes de septiembre, para que los resineros puedan comenzar la campaña anual sin retrasos, como suele suceder con la aprobación de los aprovechamientos en el mes de febrero.
Sobre estas dos cuestiones aún no se ha pronunciado la Administración. Y tampoco ha encontrado el eco necesario en la Administración autonómica, la principal demanda de los trabajadores de la resina, como es que los resineros sean los agentes responsables del cuidado del monte, realizando trabajos forestales, una vez acabada la campaña de resinación, una tarea que la Junta viene contratando en las empresas especializadas del sector.
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