Este tiempo de otoño recién estrenado y las primeras lluvias nos ofrecen, en este puente del Pilar, la oportunidad de ver el cambio en la luz y las tonalidades en todo nuestro entorno. Empezando por ese gran espacio natural que nos rodea que es el Mar de Pinares, el color de los pinares no varía, pero el cambio en las tonalidades se puede apreciar muy claramente cuando observamos esa impresionante masa forestal desde un bosque de ribera.
También las lluvias nos ofrecen otra imagen de nuestras calles y nos da otra visión del casco histórico de Cuéllar. La luz cambia a nuestro alrededor y los cielos primero son azules, con un sol otoñal que intenta abrirse paso entre las nubes, para después pasar al gris con las nubes cargadas de lluvia..de tal forma que, hasta las torres de nuestras iglesias parecen distintas en otoño.
El paso de las nubes se ve también amenazador cuando se contemplan los cielos en esta época de vendimia y se sigue la ruta del vino por el valle del Duratón, y los bosques y los parajes naturales de la ribera del Cega son una invitación a adentrarnos en el mar de pinares y ver imágenes como la de la explotación de los pinos en plena resinación siguiendo la ruta de la resina, por la comarca de la Tierra de Pinares…
Imágenes: Jesús Eloy García Polo
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