La Corporación de Cuéllar se sumó en la jornada de ayer a los actos del Día Internacional contra la Violencia de Género guardando un minuto de silencio por las 40 mujeres víctimas de la violencia de género en nuestro país en lo que va de año. Este minuto de silencio se guardaba a propuesta de la portavoz de Izquierda Unida, Montserrat Sanz, a las que se sumaron los grupos popular y socialista al finalizar la sesión de pleno de la Corporación municipal en la que se aprobaban dos modificaciones presupuestarias por importe de 46.263 euros para abordar las inversiones que se van a realizar en el acondicionamiento de la Judería (6.920 euros), el entorno de la iglesia de San Martín, (25.734 euros) y para finalizar el arreglo de la acera de la carretera de El Henar (13.609 euros).
El pleno transcurrió casi como en una balsa de aceite, pero la cosa cambió cuando se abordó el debate de la moción presentada por Izquierda Unida, que solicitaba un acuerdo del pleno a favor de la Proposición de Ley presentada por Unidos Podemos en el Parlamento en la que se pide la derogación de la denominada Ley Montoro, que quita competencias a los ayuntamientos. Esta moción fue rechazada por los populares por el sesgo político de la moción, que si apoyaron la moción de los socialistas que solicitaba que la Junta asuma sus competencias en materia educativa y se haga cargo de los gastos de mantenimiento de los colegios de la villa.
Los del PP apoyaron esta vez la moción de los socialistas, ya que en palabras del alcalde esos gastos suponen «un desgarro económico muy importante para los ayuntamientos». Y fue en el marco de ese debate, cuando el portavoz de IU, Alberto Castaño, aprovechó para poner sobre la mesa las consecuencias de la privatización del servicio de limpieza de los colegios por parte del equipo popular. Castaño, en su turno de palabra, dijo que «estamos viendo las consecuencias de esa política, estamos pagando al una empresa por un servicio que no están dando y que no paga a las trabajadoras».
El concejal de IU no tuvo oportunidad de continuar, porque en ese momento el primer edil retiró el uso de la palabra por considerar que «eso no es lo que estamos debatiendo». Castaño solo puedo añadir: «ya vemos su actitud democrática». Y después del pleno señalaba que «es vergonzoso que nos retire el uso de la palabra cuando le conviene, cuando el tema si venía a cuento».
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