Ecologistas en Acción de Segovia ha solicitado a la Junta de Castilla y León que actúe de manera decidida ante la grave contaminación por nitratos que afecta a la provincia. Y desde esta organización apuntan que una primera medida imprescindible es dejar de otorgar nuevas autorizaciones o permisos de ampliación de las instalaciones de ganadería porcina, ya que la provincia cuenta con más de un millón de cabezas de cerdo que producen unos volúmenes de residuos que superan la capacidad acogida de los campos segovianos.
El “Informe de seguimiento de la contaminación de las aguas por nitratos de origen agropecuario y propuesta de designación de zonas vulnerables”, recientemente difundido por la Junta de Castilla y León, ha confirmado el grave problema de contaminación por nitratos existente en las principales masas de aguas subterráneas de la provincia de Segovia. Y considerando este grave deterioro de la calidad de las aguas y que las medidas tomadas hasta la fecha no han dado resultados positivos esta organización ecologista ha solicitado a la Junta que establezca una moratoria que evite la creación de nuevas instalaciones porcinas o a la ampliación de las existentes en toda la provincia de Segovia.
La moratoria debería mantenerse en vigor, según Ecologistas, al menos cuatro años, periodo necesario para realizar un estudio detallado de las instalaciones ganaderas y del itinerario real de los residuos, que sirva de base para la elaboración de un Plan que permita ajustar el número de cabezas de ganado hasta cifras compatibles con el mantenimiento del recurso agua. La primera se propone con carácter urgente, en vista de la gravedad del problema y la necesidad de frenar el proceso de destrucción de los acuíferos, y la segunda persigue adecuar la actividad ganadera desde criterios de sostenibilidad.
Para esta organización, el excesivo tamaño de la cabaña porcina segoviana puede comprobarse consultando los denominados “balances de nitrógeno” de los municipios afectados por la contaminación, que se calculan comparando la cantidad de residuos producidos como resultado de la actividad ganadera con la superficie agraria existente para la aplicación de esos residuos en forma de abonos. Estos “balances de nitrógeno” – incluidos en el informe de la Junta de Castilla y León ya citado – revelan que en numerosos municipios hay una clara desproporción entre la cantidad de ganado y la superficie agraria existente. Por otra parte, la mejor prueba de que la carga ganadera resulta excesiva es la propia contaminación de las aguas por nitratos.
Ecoligistas en Acción de Segovia señala que hasta la fecha «el beneficio económico y, por qué no decirlo, la ley del mínimo esfuerzo, se han impuesto sobre el cuidado de unos recursos naturales que son patrimonio de todos». Sin embargo, es necesario romper esa dinámica estableciendo límites que eviten que el propio sector agrario, movido por intereses de corto plazo, deteriore de forma irreversible un recurso que, paradójicamente, es el pilar de la futura actividad agraria en la provincia.
4 febrero, 2017
La contaminación por nitratos es un grave problema que afecta a la mayoría de la provincia de Segovia, al que hay que sumar los nitritos y el arsénico. Cuanto antes tomemos conciencia del mismo, antes podremos emprender la senda de la solución. Las causas son bien conocidas por todos, Administración, sector agropecuario y sociedad en general, y es que hace años que nuestro medio ambiente no tien más capacidad de acogida de purines, abonos y fitosanitarios. Por tanto debemos reducir el aporte de estos productos a nuestros campos, y lo que se eche debe ser de un modo mucho más responsable con el propio medio y la cuidadania. La administración debe reflexionar y buscar alternativas de i+D para el destino de purines, no autorizar ampliacones ni nuevas explotaciones, además de formar y concienciar al sector en la adecuada gestión de estos productos. El sector tiene que hacer una reconversión hacia la sostenibilidad, donde las imágenes de purines corriendo por caminos y cunetas no vuelvan a repetirse. Como ciudadanos que reciben ayudas públicas deben estar condicionados de manera rigurosa a unas condiciones y ser sancionados en caso de incumplimiento. Debemos acotar las actividades de agricultura intensiva que utilizan productos muy peligrosos como los desinfectantes de suelos, de modo que nuestros acuíferos pueden recuperarse en cantidad y calidad del agua. Como sociedad debemos apoyar al medio rural, pero también ser críticos con quienes contaminan nuestra tierra de manera irresponsable. MUCHAS GRACIAS