Han vuelto a Cuéllar estos cuatro músicos – Miguel Fraile, Su Pombo, Diego Molina y Alberto Maezo- ahora como Cuarteto Silva Projet, que suena más moderno y universal. Si este verano en “Las Tenerías” nos regalaron un Concierto más intimista y para escuchar sentados, en el “Oremus” ofrecieron espectáculo y pasión de la buena. Siguen haciendo una música de fusión entre el sur y el norte, entre Granada y Vigo, entre fados y rumbas, entre una suave ternura y la explosión del “lado bestia de la vida”.
Demostraron que pueden adaptarse a todo, salvo a tocar música vulgar. Jugaron con la voz delicada de Su Pombo para abrir con temas melódicos y luego, poco a poco, fueron sumando las voces flamencas de Diego Molina y Alberto Maezo. En una noche sin barreras también escuchamos la voz de Miguel Fraile, como en sus tiempos del rock metarural.
El ambiente fue subiendo de temperatura y llegaron las palmas, los cantes y los bailes del público. Había en el aire muchas ganas de fiesta y eso fue haciéndose más evidente en una segunda parte más rumbera y totalmente marchosa. Se fue soltando la pasión, y no precisamente la de los nazarenos, aprovechando estas escasas posibilidades que tenemos de escuchar música en vivo en los bares de Cuéllar.
El Concierto resultó muy apropiado para comenzar una semana de pasión. Más allá de penitencias, duelos y quebrantos, llegamos sobre todo a una semana que nos recuerda que ha aparecido la primavera y que la música es la mejor manera de celebrarla. Se acabó el tiempo en que los talibanes de turno silenciaban cualquier otra música que no fuera la militar o la procesional de cornetas y tambores. Llega la primavera. Llega la música alegre y viva que la acompaña.
Texto, imágenes y vídeo: Jesús Eloy García Polo
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