Cuéllar vivió este 14 de abril una de las mas solemnes procesiones del Viernes santo que se recuerdan en las calles de la villa, la conocida como procesión de los pasos, que tan solo se vio empañada por el incidente provocado por unos jóvenes al lanzar huevos al paso del Nazareno por la calle de Segovia en la recta final de la procesión. Esa falta de civismo provocó que la marcha se detuviera durante 15 minutos, ya que los huevos lanzados cayeron sobre las penitentes que acompañan el paso del Nazareno, y afortunadamente el incidente no pasó a mayores.
En la procesión del Viernes santo cuellarano salieron a la calle los pasos de la Cruz Desnuda, El Cristo atado a la columna, la talla de Jesús Nazareno, acompañada de la banda de cornetas de los Nazarenos, y las imágenes de la Verónica, el Calvario, La Dolorosa, con sus bandas de cornetas y tambores, la talla barroca del Cristo Yacente, de la escuela de Gregorio Fernández, en silencio penitencial, y la Virgen de la Soledad, también acompañada de la banda de cornetas y tambores de los Soledanos.
Los momentos de mas emoción se vivían en las salidas de las imágenes del Nazareno y la Soledad, desde las iglesias del convento de Santa Clara y San Francisco, respectivamente. Y posteriormente, dentro de la denominada carrera oficial, en el encuentro primero entre la Verónica y el Nazareno, y el de Nuestra Señora de la Soledad con la imagen del Cristo yacente, en la plaza de San Francisco, con todo el entorno lleno de público para vivir uno de los momentos mas apasionantes de la Semana santa cuellarana.
Este día grande de la Semana santa de la villa se vivió con una gran solemnidad y con muchísimo público y fieles a lo largo de todo el recorrido de la procesión en puntos como Las Parras, plaza de los Coches, y en el entorno de la Iglesia de El Salvador, donde se cantaron las habituales saetas, y finalmente en la plaza Mayor de la villa, en la recogida de las imágenes, en la iglesia parroquial de San Miguel. Fueron mas de tres horas de procesión, «realmente magnífica», que se vio tan solo empañada por la falta de civismo de unos gamberros que lanzaron media docena de huevos.
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