Es sabido que los naveros son de corazón funcionero. Y hay que añadir también que de espíritu rociero, porque un rincón del pinar de las Ordas se ha convertido este fin de semana casi en la mismísima aldea del Rocío. Que para llegar a este paraje hay que hacer un camino entre los pinares y las arenas al igual que a la aldea de Almonte (Huelva). «Que si mi alma», como dice el Dani Rovira. A caballo, a pie o en carreta… pero hay que hacer el camino para llegar en La Nava, no a la ermita de la Blanca Paloma, pero si a la orilla del río Voltoya.
Claudia García
Y una vez completado el camino…a bailar y a seguir la fiesta como en la aldea del Rocío. Con sus rebujitos, manzanilla, tinto de verano ( que hacía mucha calor..), los pescaditos y mucho, pero que mucho flamenco. Eso que se ha puesto tan de moda en esta tierra de Pinares, el flamenquito. Y no hay que rasgarse las vestiduras por ello. Desde Pedrajas de San Esteban, pasando por Iscar, Cuéllar y como hemos vivido este fin de semana en La Nava se puede decir que están cambiando los tiempos al compás y los aires del sur. Tanto es así que este lunes comienza el camino, el de verdad, el que lleva a la aldea de Huelva, y son muchas las gentes de esta comarca que ya tienen hechas las maletas para hacer el camino.
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