Con un chocolate y con la fresca… se celebraban en la tarde noche del sábado la fiesta del Postiguillo, junto a la iglesia de Santa María de la Cuesta, de Cuéllar. En un escenario que recordaba casi una película de Berlanga… con unos maestros de ceremonia como la Orquestina de la Abuela Pina, que invitaban a salir a bailar con su repertorio de músicas de toda la vida, pasodobles, cuplés, pericones…
Pero no se trataba de una peli de Berlanga, la escena era real, músicos, Los Hermanos Ramos y Rubén Valentín con pajarita, interpretando piezas de las de toda la vida, pasadobles como «La Chiclanera», y un ambiente que recordaba el mas genuino sabor de las fiestas de barrio, mientras la orquesta seguía desgranando canciones, «Ay Campanera» y la gente se arrancaba a bailar. Así celebraron los vecinos de La Cuesta la fiesta de su barrio, con un claro sabor popular, y algún toque de modernidad, como un divertido photocall, y una puesta de sol para fotografiar.
La fiesta terminó en la jornada del domingo con los componentes de la Escuela de Dulzaina Collara, amenizando la hora del vermut y una caldereta popular «a la sombra» en la zona del Postiguillo. La sombra, el sitio mas codiciado para todo el mundo, incluido los artesanos de la feria celebrada en los paseos de San Francisco.
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