La lluvia no echó para atrás a Javier Herrero. Después de 9 meses sin torear, el matador de toros cuellarano se vistió de luces, en la jornada de aye,r para matar un toro a puerta cerrada en la plaza de toros de Navas de Oro. En verdad, Javier toreó para unos pocos, casi privilegiados, que tuvieron la suerte de disfrutar bajo la lluvia de la faena del torero de Cuéllar ante un buen ejemplar, cinqueño, de la ganadería de Bañuelos.
Bueno y bravo el toro de Bañuelos, que metió la cara en el capote y luego en la muleta, y permitió ver una bonita faena del cuellarano, sobre todo por el pitón de derecho. Con la muleta en la mano derecha Javier dibujó unos muletazos largos y con mucho hondura, enganchando al toro por delante y toreando muy «despacito». Como el título de la canción del verano. Y rematada con unos pases de pecho realmente espectaculares.
Una faena larga, porque el toro (como se puede comprobar en las imágenes), demostró tener mucha clase y raza, y ante la clase en la embestida del toro respondió el de Cuéllar, plantándole cara y llevándole muy sometido. En el sitio, perfectamente colocado y con mucho mando y temple, y con el toro embebido en todo momento en los vuelos de la muleta. Y para rematar, acabó con la vida del bravo ejemplar de Bañuelos con una sensacional estocada. La faena fue tan intensa que no nos dimos ni cuenta que nos habíamos calado.
El cuellarano demostró en Navas de Oro que está a punto. Así que hay que ir comprando la entrada para el domingo 9 de julio en Las Navas del Marqués, donde Javier comienza la temporada matando una corrida de toros de Alcurrucen.
Comentarios recientes