Hay distintas miradas sobre el Cega y esto se puso de manifiesto en la mesa redonda organizada por Izquierda Unida para analizar la situación del principal curso fluvial de la tierra de Pinares. Por un lado las opiniones de los conservacionistas, y por otro la de aquellos que defienden la utilización de los recursos del agua por los beneficios económicos que genera en la agricultura de la comarca del Carracillo.
Entre los primeros, el biólogo Jaime Madrigal, habló sobre el cambio climático y presentó las evidencias sobre calentamiento asociadas a CO2, y un modelo en el cuál se observa cómo ambas, oscilaciones naturales del clima y cambio climático explican el caudal histórico del río Cega. Y finalizó su exposición mostrando cómo los caudales el río se están viendo disminuidos por fuerzas que exceden al clima y que tienen que ver más con la mano del hombre.
El profesor Diego García de Jalón mostró la fuerte reducción de caudales que se observa desde los años 70 en el río Cega y criticó la enorme sobreexplotación que está padeciendo este río y la que además podría sufrir en caso de seguir las directrices del Plan hidrológico de la Cuenca del Duero en el que se plantea, para el periodo invernal, reducciones de caudales que podrían llegar al 90% de los regímenes naturales. Mas tarde, durante la mesa redonda, hizo hincapié en la idea de plantear trasvases alternativos al Cega para la recarga del acuífero del Carracillo dado que el río Cega es un río muy pequeño con una capacidad muy reducida para aportar más agua a los sistemas agrarios.
Por su parte, el profesor Guillermo Calonge habló sobre la importancia del ecosistema asociado al cauce medio del río Cega como “joya biogeográfica” que alberga comunidades de flora y fauna de carácter único, haciendo hincapié en la elevada vulnerabilidad del río Cega como río muy joven que difícilmente es capaz de capturar el agua de su entorno más inmediato. Y por último, Enrique Fernández Escalante, Doctor especialista en Hidrogeología, defendió los aspectos positivos de la recarga del Carracillo, desde el punto de vista socioeconómico y demográfico relacionados con los beneficios de la recarga.
Finalmente, se celebraba la mesa redonda que no estuvo exenta de tensión entre los que defienden que la recarga por realizarse en invierno, no afecta al río, y que con la modificación planteada recientemente, podrían llegar a extraer hasta el 70% del caudal de invierno dejando sólo aguas abajo un 30%. Sin embargo, las indicaciones de la Directiva Marco del Agua (Comisión Europea) señalan que ninguna concesión debería en ningún caso exceder el 30% del caudal del agua circulante en un río.
Y por su parte, los detractores del proyecto afirman que la modificación que se pretende no es aceptable, y que debería mantenerse el actual o uno muy semejante que asegure los regímenes ecológicos de invierno del río Cega. Y en respuesta a la posible construcción de una gran presa en la zona de Lastras de Cuéllar sostienen que sería una catástrofe para el río Cega y que debería no contemplarse algo así en un país que ha visto cómo las grandes presas han destrozado los ecosistemas tanto fluviales como ribereños aguas abajo.
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