Tal vez por lo temprano de la hora (9.15 horas) el debate del presupuesto del ayuntamiento de Cuéllar se enquistó desde el comienzo de la sesión. Y todo ello a partir de la afirmación del alcalde de la villa que definió el presupuesto municipal, que alcanzará en 2018 la cifra de 7,6 millones de euros, como «un presupuesto social y solidario para con los vecinos del municipio», un presupuesto muy similar al del año anterior, en el que las inversiones suman la cifra de 239.552 euros.
Esa afirmación del primer edil venía justificada porque «por sexto año no se suben los impuestos municipales», pero no gustó al portavoz de IU, Alberto Castaño, que replicó señalando que esa afirmación era «vergonzosa» y «menos sociales y solidarios son de todo». Y fue aún mas lejos señalando a continuación que «son siempre iguales, no hacen nada y dicen que hacen de todo» , para rematar la cosa diciendo que «reparten dinero público como si fuera su cortijo particular».
Dejando al lado esas críticas, para el alcalde “el mejor lenguaje es el de los hechos”, que avalan según sus palabras la gestión municipal. Y en el apartado de las inversiones que alcanzarán la cifra de 239.552 euros en 2018, una parte sustancial será la destinada a pavimentaciones de las calles Brasil, Canteras y Colombia (46.500 euros), reforma de los vestuarios del pabellón (38.000 euros) y la modificación de las normas Urbanísticas( 44.500 euros), como inversiones mas importantes.
Por su parte el portavoz socialista, Carlos Fraile, afirmaba que»el presupuesto es decepcionante» y «no responde a las necesidades del municipio«, poniendo como ejemplo que la mas importante es la destinada a la modificación de las normas urbanísticas (44.588 euros). Para esto señaló Fraile «no hacen falta cuatro personas liberadas», criticando que hace falta una política de personal, ya que son 26 las vacantes en la plantilla, y cuestionando las contrataciones que se están llevando a cabo: «son las que el alcalde quiere y no las que se necesitan». Fraile reclamó en este sentido que «la opinión pública se merece una explicación».
Estas palabras no gustaron nada al primer edil que acuso a Fraile de no conocer la realidad del municipio: «usted no está en Cuéllar, no conoce Cuéllar». Y afirmando acto seguido que «hay mas empleados que nunca en este ayuntamiento», y avalar la gestión municipal señalando que cuando termine el 2018 la deuda municipal,( 2,6 millones de euros), estará respaldada por el activo del inmueble de Niñas Huérfanas. Recordando en este sentido que esa deuda era heredada por los préstamos Hipotecario de las viviendas y la expropiación de la huerta de San Bartolome.
Fraile replicó acusando al alcalde de utilizar asíduamente el insulto personal, y afirmó que «no me siente hipotecado por nada», y reiterando a su vez que el presupuesto «no responde a las necesidades de los vecinos» por la falta de partidas para el desarrollo de suelo industrial, la Escuela de Música, el asfaltado de la plaza de la Soledad y del entorno de la biblioteca, o la mejora de los jardines de Correos. El presupuesto fue aprobado exclusivamente por los votos del grupo popular.
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