La imagen del entorno de la iglesia de San Martín, de Cuéllar, se va a ver mejorada por la iniciativa del artesano Pablo Arévalo, un enamorado de la técnica del esgrafiado segoviano, y está llevando a cabo durante este fin de semana la decoración del muro que rodea el esqueleto de cemento de la urbanización inacabada de los altos del Castillo, empleando para ello la técnica del esgrafiado segoviano.
Sobre dos de las paredes de ese muro un equipo de artesanos de la Escuela de Los Picos, dirigidos por este segoviano, de Cantimpalos, han aplicado en primer lugar tres capas de mortero de cal y arena, de distintos colores, sobre las que a continuación se van a plasmar distintos monumentos y rincones de la villa. Entre ellos, el arco de Santiago y el monumento mas emblemático de la localidad, el castillo de los Duques de Alburquerque.
Estas imágenes de la villa van a estar rematadas por unos dibujos de esgrafiado a modo de marco, para resaltar todo el conjunto. Y en ello se están aplicando a lo largo del fin de semana un equipo de mas de veinte personas, en una labor muy delicada porque esta técnica se tiene que aplicar sobre la pared como la pintura al fresco. Y como resultado va a quedar una obra artística que tiene como objetivo la promoción de esta técnica del esgrafiado y mejorar la imagen de todo ese entorno.
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