Con lleno de «no hay billetes» se celebraba la jornada taurina organizada por la asociación Amigos del Toro, de Cabezuela, teniendo como invitados al ganadero, Antonio Miura y al matador de toros, Javier Castaño, y en la dirección de lidia a un gran aficionado como es Juanjo Matute. Y con esa terna de lujo, en la sala del centro cultural La Panera no cabía un alfiler.
Castaño recordó ante los aficionados de Cabezuela sus inicios, y su trayectoria como matador de toros, que no ha sido nada fácil, y en la que se ha tenido que enfrentar a corridas duras como la del hierro de Miura. Habló de su encerrona en Nimes con 6 toros de esta ganadería, donde cortó 5 orejas y salió a hombros por la puerta de los cónsules.
El diestro salmantino también contó la otra cara de su vida, cuando en enero de 2016 le fue diagnosticado un cáncer, y cuatro meses mas tarde «una vez recuperado» reapareció en la feria de abril de Sevilla, matando una corrida de Miura, emocionando con su relato a toda la sala,
Y por su parte el ganadero sevillano, Antonio Miura, habló de sus tentaderos, de la importancia que da en la selección de sus reses de su comportamiento en el caballo. Contó como a sus tentaderos acuden las figuras, aunque luego no torean sus toros, y habló de sus plazas talismán, como son Pamplona y Sevilla, recordando también la lidia de sus reses en Cuéllar, y dio importancia a la lidia del «toro en las calles», ya que muchas ganaderías, señalaba Miura, «sobreviven gracias a los festejos populares».
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