Cultivos en el Carracillo.
La Asociación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Duero, Ferduero, que preside Ángel González Quintanilla, quiere expresar su apoyo al proyecto de mejora del regadío de El Carracillo, en los términos planteados por la Comunidad de Regantes, tras haber comprobado que respeta los preceptos establecidos en el Plan Hidrológico del Duero aprobado en 2016.
Los regantes del Duero afirman que este proyecto solo trae ventajas para todos: con el agua de la recarga, la flora y la fauna toman vida, mejorando notablemente las plantas y árboles, principalmente los pinos, que no tendrán la sequía anual y regular a la que están expuestos.
En este mismo sentido apuntan que el Carracillo es una comarca especialmente hortícola, y este proyecto influye directamente en el mantenimiento de esta agricultura en la zona, en la que ya se han generado muchas empresas hortofrutícolas, creadas por los propios agricultores y vecinos, que dan empleo a más de 3.500 personas y más puestos de trabajo indirectos. «Con este proyecto se garantizará la continuidad de las empresas, pero sin agua y sin proyecto, las empresas estarían abocadas al cierre», señalan desde FerDuero.
Finalmente, señalan que en el supuesto de no ejecutar el proyecto, «se condena a estos pueblos al desierto, obligando a sus gentes a una emigración», ya que «todo lo avanzado en los últimos 30 años, en las gentes del lugar les hizo reconvertir la zona en una huerta fértil, retrocedería de nuevo y, con ello, se perderían todas las cuantiosas inversiones realizadas para tener la agricultura y la industria agroalimentaria de la que ahora gozamos».
7 junio, 2018
Una llamada a filas y aparece el inoportuno corporativismo de este país. La credibilidad de las comunidades de regantes cala en la sociedad cuando dejen de pedir agua y más agua, y empiecen a gestionarla, con medidas de ahorro, eficiencia y máxima responsabilidad, donde el respeto por el bien común, evite su contaminación y deterioro. Trabajo tienen por delante.