Los de Condesa de Sobral pidieron el carnet: 2 se fueron vivos al corral

Editado Por Redacción Cuéllar en Ago 29, 2018

Toñete cortó una oreja al cuarto de Condesa de Sobral.

Toñete se salvó de la quema y paseó el único trofeo de la tarde ante la seria novillada de la Condesa de Sobral que puso en serios aprietos al novillero iscariense, Darío Dominguez y al francés El Adoureño, que vieron como sus dos primeros novillos fueron devueltos al corral. Y es que los novillos de Sobral tenían mucho que torear.

La divisa portuguesa acrecienta su mito en la feria cuellarana, con una novillada muy seria, a la que se pegó mucho en los caballos, y en la que destacó por su bravura al quinto novillo de la tarde que fue realmente excepcional. Ese novillo cayó en manos del Adoureño, que «quiso pero no pudo» empañar su mala actuación en el primero de su lote, que fue devuelto a los corrales sin torear. El público con cariño le premió con una vuelta al ruedo.

El francés pasó un calvario con la espada y fue vapuleado por el novillo a la hora de entrar a matar. Y casi lo mismo le sucedió a Darío Domínguez, que se las vió y las deseó con un manso que puso en evidencia que está aún muy verde. Y en el segundo y último de la tarde, estuvo más entonado pero fracasó a la hora de la verdad. Tres avisos y silencio.

El mejor parado fue Toñete, que toreó bien a su primero aunque de manera superficial. Pero no fue la tarde de espadas, y como sus compañeros falló estrepitosamente a la hora de matar. Y en el cuarto de la tarde que fue un toro notable, dibujó una faena muy desigual, que le valió para cortar una oreja, que bien pudiera haber paseado su subalterno Gómez Escorial.

En resumen, duro examen para los tres novilleros, dos de ellos en puertas de la alternativa, y para los buenos aficionados  mas que interesante la seria novillada de  la Condesa de Sobral. La plaza registró menos de media entrada.