Casi un millar de raciones de patatas se repartieron en la jornada de ayer en el barrio de El Salvador, de Cuéllar, en el fin de la fiesta del Henarillo. La fiesta comenzó con la ya tradicional concentración de dulzaineros y tamborileros, previa a la degustación de las típicas patatas con carne, que se ha convertido en una de las citas más populares de la villa de Cuéllar.
Mas de una veintena de dulzaineros recorrieron las calles del barrio, haciendo sonar sus dulzainas y el tamboril. Y mientras sonaban las dulzainas la cola de los que esperaban el plato de patatas se hacía mas y mas grande en el entorno de la iglesia de El Salvador.
Los comensales armados de platos, cazuelas y cucharas esperaron pacientemente su turno y hay que decir que el último plato de patatas se repartía a esos de las 22.00 horas. Y todo ello gracias al esfuerzo y la colaboración de Tere y demás mujeres y hombres del barrio, que hacen posible que se repita anualmente esta fiesta tradicional.
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