El recortador de Fuentepelayo, Javi Olmos, se despide esta temporada de los concursos y se va en torero. Como se ha caracterizado a lo largo de toda su carrera. Han sido 15 años en los ruedos, y echando la vista atrás señala que la afición le vino desde niño…»en mi casa son aficionados y siempre he tenido capotes y toros de juguete. Iba con mis padres a plazas y encierros y poco a poco fui saliendo a las vaquillas aunque recuerdo que a escondidas» señala el de Fuentepelayo.
Después de las capeas vendrían los concursos.»Cuando me vi preparado, tras cortar muchas vaquillas y toros, decidí dar el paso de apuntarme a los concursos de cortes, y ese veneno me entró tan dentro que hasta hoy he seguido haciéndolo»…cuando después de 15 temporadas ha decidido retirarse de los concursos de cortes.
Explica sus razones.»He decidido apartarme porque los tiempos han cambiado, a mi se me conoce por un estilo muy marcado como es el Corte Puro, que en la actualidad no se valora..» Y esa es la razón por la que dice adíos a los ruedos, «aunque a partir de ahora me dedicaré a hacer cortes para mi y para la afición en las calles y capeas o en exhibiciones». Eso lo lleva dentro…
Han sido 15 años participando en concursos. Cosa que no es nada fácil, y se va con la satisfacción de haber ganado muchos concursos y premios durante esos años en plazas de mucha importancia como son Valladolid, Valencia, Medina del Campo, Bayona(Francia), Segovia, Avila, Iscar, Parentis(Francia), …Pero señala con orgullo que «el triunfo más importante que he conseguido es que se me reconozca por un estilo propio y por un toreo muy serio«.
Y serio como es él remata afirmando, que «no hay mayor triunfo que la afición diga que quiere verte, que quiere ver a ese que se queda con los pies clavados en mitad de la plaza«. «No hay nada más difícil que hacer que parezca fácil el aguantar la embestida de un toro y salir airoso de la suerte, aunque eso signifique en muchas ocasiones el quedarte fuera de los trofeos. Pero si te llena a ti y a la afición es con lo que hay que quedarse». Y con eso nos quedamos Javi.
Se va con el cariño de los aficionados, con la satisfacción de haber enseñado a cortadores más jóvenes en la Escuela de Cuéllar, y con muchos recuerdos…Y con la verdad por delante afirma a la hora de la despedida, que «ahora mismo lo que se lleva los triunfos es el tremendismo y la temeridad, y no quiero entrar a formar parte de ese club. Quiero que se me siga recordando por lo que soy, un TORERO A CUERPO LIMPIO«. De los pies a la cabeza…
25 noviembre, 2018
Estoy de acuerdo en los motivos. La pureza se pierde en favor del tremendismo