La industria agroalimentaria es clave como motor de empleo.
Se trata de una de las conclusiones del documento del Plan Estratégico de Segovia, que ya tiene en sus manos la Diputación de Segovia. El trabajo que ha realizado el equipo dirigido por los profesores Luis Carlos Martínez y Almudena Moreno, de las Facultades de Geografía y Sociología de la Universidad de Valladolid, analiza la situación actual del medio rural en la provincia y apunta que tiene que orientar su desarrollo a la diversificación económica.
En este sentido precisa, que «el espacio rural de Segovia camina tímidamente hacia esa diversificación», señalando que en este medio «la sociedad activa -que es la que predomina en los ámbitos sumamente envejecidos y despoblados- está dejando de ser ocupacionalmente agraria para pasar a depender de los servicios».
Y en referencia al tipo de servicios que demanda la población del medio rural, se especifica que «tienen que ir más allá de los que se derivan del turismo, como fórmula con la que se ha pretendido operar en el desarrollo rural», sino que tienen que ver con los de atención a la población. Por una cuestión importenate, por la generación de empleo , ya que el estudio apunta que «los empleos en los servicios sociales básicos y en los de asistencia personal son la clave de la terciarización».
El trabajo concretiza además que «estos son los límites y las oportunidades que se ciernen sobre el espacio rural», que debe tender según sus autores hacia la modernización de las explotaciones agropecuarias, la apuesta decidida por las producciones más rentables y cualificadas y su proyección manufacturera, que señala «son piezas todavía estratégicas para el progreso agroindustrial».
Y en este sentido se resalta «la importancia y significado que para el desarrollo rural tiene la industria agroalimentaria«, entre otros aspectos por su relevancia en el territorio, y de forma especialmente importante en la comarca de la tierra de Pinares, por el tejido industrial que se ha generado en este sector empresarial.
El documento califica este sector de «esencial como motor socioeconómico«, y no únicamente por la actividad directa o el empleo que pudiera generar, sino también porque «es un factor esencial para el desarrollo agrario y la viabilidad de buen número de explotaciones y de producciones», que, a pesar de las proclamas por la desagrarización y terciarización del campo, siguen siendo lo sustancial del difícil sostenimiento del mundo rural segoviano.
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