Los aventureros de la tierra de Pinares completan la última etapa de su viaje poniendo rumbo a Panamá City después de tres días muy intensos en el idílico archipiélago al que el almirante Cristóbal Colón bautizó como la Boca de Toro, alojados en el emblemático hotel de la isla Colón que fue a finales del s.XIX la sede de la compañía bananera.
En lanchas capitaneadas por los lugareños han podido observar delfines, bañarse en el mítico cayo Zapatilla (donde se grabó la primera edición de supervivientes), y no ha faltado el snorkel y en algún caso el buceo. La playa de las estrellas (de mar), la playa de las ranas rojas y la cueva de los murciélagos han sido otros de nuestros destinos.
Las Bocas del Toro es un paraíso natural y pintoresco que recuerda bastante a Jamaica, con rastafaris, piratas y personajes de lo más variopinto. Noches de salsa y reggae de las que hemos disfrutado después de los intensos días en la selva. El lugar fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y conserva gran parte de su belleza natural.
Como colofón al periplo caribeño los pinariegos han visitado un lugar absolutamente increíble La Isla de los Pájaros, un islote plagado de palmeras y vegetación exuberante y con una gran variedad de aves marinas, en un lugar «con aguas cristalinas» verdaderamente mágico.
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